¿Qué pasaría si te enamoraras de tu mejor amigo?
Ese es el dilema de Kiara, quien está enamorada de EJ. Sin embargo, todo cambia al inicio del curso cuando conoce más a fondo a Ricky Bowen, el chico al que dedicaron una canción de amor con un ukele...
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━━━━━━━━━━━ I'TS YOU ━━━━━━━━━━━
Todos observaban atónitos la acalorada discusión entre Nini y E.J., mientras yo, aislada con mis cascos puestos, escuchaba "This Side of Paradise". A pesar de la música, los gritos de la discusión llegaban a mis oídos con claridad.
Nini se acercó a nosotros, lanzando una mirada fulminante en mi dirección. — ¿Problemas en el paraíso? — le pregunté, retirándome los cascos.
— No te metas — me respondió Nini, su tono era frío y su mirada era dura. — Estoy segura de que tú tuviste algo que ver con esto. Y si piensas que con eso vas a conseguir que E.J. se fije en ti, estás muy equivocada. — Me susurró la última parte al oído antes de alejarse y colocarse al final de la fila.
— ¿Perdona? — la miré, sorprendida y ofendida. — ¿Cómo lo supo?
No pude dedicarle más tiempo al asunto, ya que un grito de chica proveniente de la sala de ensayo captó nuestra atención.
— Creo que la encontraron — dijo Ashlyn, señalando a la puerta con una mezcla de alivio y curiosidad.
Todos nos dirigimos a la sala de ensayo. La Srta. Jenn, al parecer decidida a restablecer el orden, le ordenó a Nini que aprendiera la canción "What I've Been Looking For" para que, en caso de que me pasara algo, ella pudiera reemplazarme. Los demás tomamos asiento en las sillas mientras la situación se aclaraba.
— ¿Podrían acercarse un poco más? — instruyó la Srta. Jenn a E.J. y a Nini, con un tono que no dejaba lugar a dudas sobre su frustración.
Nini, visiblemente incómoda, solo se movió un paso hacia adelante.
— Un poco más — insistió la Srta. Jenn.
E.J. se acercó a Nini, colocándose a su lado. Sin embargo, Nini se alejó ligeramente, incomodada.
— Vamos, chicos, es una historia de amor, no una epidemia de SARS — comentó la Srta. Jenn con un toque de humor seco para aliviar la tensión.
— Creo que la silla estaba en ese lugar — comentó Carlos, señalando el sitio donde la silla debería estar.
— Oh, puedo moverla durante la escena — dijo Nini, tomando la silla y ubicándola en el lugar correcto.
Decidí apartar la vista de la escena y me centré en mi móvil, preocupada porque no había recibido respuesta de Ricky a los mensajes que le había enviado. — ¿Dónde estará? — me pregunté en voz baja, mientras enviaba otro mensaje.
