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JOSEPH

8 de mayo

Era un día como muchos, la estación de bomberos estaba tranquila.

En la mañana siempre vamos a visitar a los colegios para darles charlas a los pequeños.

Amo los niños, soy padre de dos.  Mi hija María Laura y mi hijo Jose  los cuales no viven conmigo pero los veo casi a diario al darme una escapada de la estación y las vacaciones la pasan conmigo.

Con su madre quedamos en buena amistad,  la vida nos llevó por distintos caminos.

Eran aproximadamente las 1.30 de la tarde cuando recibimos la llamada anunciando un incendio.
Era un pequeño edificio de puras oficinas al otro lado de la ciudad, así me apresure.

En dos minutos el equipo estaba listo subiendo al carro.
En 25 minutos llegamos al lugar,  era extraño que el fuego haya avanzado tan rápido .
Según la gente del vecindario el edificio estaba vacío ya que era hora de almuerzo y todos estaban fuera.
Pero a algo me decía que no era del todo cierto.

-Joven , la niña está adentro.  Se quedó descansando,  está adentro o Dios mío salve la por favor-

Un señor de avanzada edad dijo entre lagrimas.

-En que piso?-

Trate de sacarle información al señor que se encontraba ya a punto de colapsar.

El apuntó a un costado del edificio,  - detrás de aquella oficina-

Me bastó solo eso para tomar una manta y sumergirme en el fuego abrazador .
Habían aproximadamente 8 oficinas fui derrumbando sus puertas una por una , cuando llegué a la penúltima algo obstruia la puerta. El humo estaba espeso pero logre ver un cuerpo debajo de un librero en llamas justo al lado de la puerta.
No era una niña, era una mujer de unos 30 años .

Quite el mueble que se encontraba encima de ella y me le acerque para tomar el pulso. Este era débil, pero estaba viva.

La tome en brazos cubriéndola en la manta y fui atravesando el pasillo lleno de fuego.
Al salir del edificio  cai de rodillas con el cuerpo de la joven aún en mis brazos , me quité la máscara para sentir su respiración.

-Aguanta pequeña , con la ayuda de Dios te pondrás bien- pensé en voz alta

Me levanté y caminé hacia la ambulancia .
La gente gritaba , algunos preguntaban que como estaba y otros preguntaron cosas absurdas como:

- ¿lograron salvar los documentos o la portátil que tenía ella?-

Solo seguí caminando observando su rostro , aún lleno de cenizas se podían ver rasgos muy cautivante. Era una mujer atlética con cuerpo muy femenino .
Algo dentro de mi se encendió y sonreía observandola, pero entonces sentí que el cuerpo se desvanecio.
El brazo de la joven cayó inerte.

Los paramédicos la atendieron de inmediato,  su corazón se detuvo.

No se cuanto tiempo transcurrió pero no me moví de la puerta de la ambulancia rezando a Dios que la salve.

Cuando la máquina mostró latidos del corazón,  ella vive gracias Dios mío.
Rodaron por mi mejilla par de lágrimas y me subí para tomar su mano, necesitaba sentirla.

La enfermera me preguntó si me iría con ella al hospital,  pero por más que quisiera no podría.

-No, debo volver a la estacion-

La mire por última vez y baje de la ambulancia cerrando la puerta para que se la lleven.

Soy un hombre simple de buen corazón,  amiguero, En tema corazón reservado.

Que me sucede? Que tiene esa mujer que me dejó tan cautivado.
No podía dejar de pensar en ella , imaginar el color de sus ojos,  el sonido de su voz y ni siquiera se su nombre .

LA MIRADA DE UN ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora