Kim Seokjin vuelve a Corea del Sur después de vivir varios años en Australia.
Un viaje estrictamente laboral y momentáneo, se extiende a causa de un accidente automovilístico que sufre al llegar al país.
Jeon JungKook y Kim TaeHyung, son los mejore...
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Jungkook tenía su ceño fruncido, observando el nerviosismo de Seokjin y la rapidez con la que lo había quitado de encima de sus piernas. Estaba parado en medio de la sala, intentando controlar su respiración y cuerpo. La puerta finalmente se abría y un cansado Taehyung aparecía. Tenía su bolso colgado de forma cruzada en su hombro, su cabello estaba bastante despeinado y llevaba sus lentes. Al entrar levantaba su cabeza y sus ojitos negros se notaban confundidos.
—Oh, siguen despiertos... —añadía con una sonrisa cansada.
—Hola, cosita —decía Jungkook, poniéndose en pie y cruzando sus brazos.
Taehyung rodaba su ojos, como detestaba el apodo "cosita" pero ya estaba cansado de repetirse con el pelinegro. Ahora observaba a Seokjin y le regalaba una sonrisa.
—Hola Hyung —saludaba con su bonita sonrisa y giraba a cerrar la puerta y pasarle llave.
Jungkook lo miraba de soslayo, tenía una mirada indescriptible para Seokjin. Sin decir nada, se iba camino a la cocina para servirle la porción de estofado que había guardado para Taehyung. El azabache ahora giraba y levantaba sus lentes del puente de su nariz, con su dedo corazón. De inmediato Seokjin se acercaba a él.
—Déjame quitarte esto —exclamaba, tomando el bolso y quitandoselo con delicadeza.
Jungkook miraba la escena a lo lejos, sin decir una sola palabra.
Taehyung sonreía tímidamente, bajando automáticamente el tono de voz.
—No era necesario, hyung —añadía, con voz grave, pero tono suave.
Tan bonito.
Taehyung era naturalmente precioso, quizás ni siquiera lo hacía a propósito para intentar conquistar. Era educado, atento y con una personalidad tan tierna, que derretía el corazón del mayor y lo hacía sentir cosas extrañas, demasiado pronto.
—No te acerques tanto, necesito una buena ducha —admitía Taehyung, alejándose y rascando su nuca.
Seokjin había sentido ese ademán innecesario, no le había hecho sentir bien la forma en la que se había alejado, posiblemente su conciencia lo hacía imaginar que así sería, si le contaba que había besado a Jungkook y que posiblemente hubiera hecho más que eso, si él no llegaba justo a tiempo.
Piensa bien lo que haces imbécil, la última vez intentaste besar a Boxy. Idiota.