XXVI

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(…) Karlie se levantó del piso exigiendo a Damián – tenemos que buscar a mi madre –

– no sé por dónde empezar –

– empecemos por volver de camino a su trabajo – ella comentó desesperada

– su auto está aquí; significa que ella llegó, pero alguien se la llevó –

– todo esto es tu culpa – reclamó a gritos

–  ¿qué hice? – Damián pregunta confundido

– si no hubieras aparecido a dañar mi vida, no se hubieran llevado a mi madre –

– no sentí la presencia de ningún demonio cerca –se justifica él

– ¡¿entonces quien se llevó a mi madre?! –

(…) tantos gritos hicieron despertar algunos vecinos que no tardaron en encender las luces de sus casas

– es mejor que entremos – propone Damián al ver las luces encenderse

– entra tú. Yo voy a buscar a mi madre – contesta ella al secar sus lágrimas

– no te dejaré ir sola –

– muévete –  exige ella al darle la espalda

– espera – anuncia Damián al sujetarla del hombro izquierdo y golpearle la nuca con la mano derecha para desmayarla

(…) enseguida la sostuvo en sus garras para llevarla a su cuarto y dejarla recostada en su cama.

Damián estaba confundido por lo que había pasado. No sintió ninguna presencia demoníaca cerca de la casa.

Aún que Karlie insistía en salir en búsqueda de su madre, él sabía que no era prudente hacerlo en el estado que se encontraba Karlie; ya que las emociones provocaban que ella desate su energía sin control.

Un par de horas después Damián la despertó y ella aún consternada por lo de su madre susurró – no sé qué hacer –

– debemos buscará ayuda –

– llamaré al número de emergencia de mi padre – anuncia Karlie al ponerse de pie

(…) Karlie bajo a la sala, tomó el teléfono, marcó a su padre; – papá necesito que vengas – pronunció ella con la voz entrecortada

– ¿hija que paso? – pregunta su padre preocupado

– mamá no aparece, su auto está a fuera pero ella no –

– nena cálmate cierra las puertas y ventanas –

– ven por favor –

– enseguida, me tomará tiempo. Estaré allí mañana cerca del medio día –

– trata de llegar pronto papá –

– mañana espérame en la secundaria, es al primer lugar por el que paso –

– oki pa, te espero allá. No tardes –

– cuídate mi estrellita fugaz –

(…) ambos colgaron. Karlie regresó a su habitación a envolverse en sus cobijas mientras aún lloraba. Damián se sentó junto de ella intentando consolarla, pero no tenía éxito.
Al notar lo extraño que había pasado Damián se sentía inútil por la situación.

Sin más que hacer, él se retiro de la cama, se sentó en el piso a velar a Karlie toda la noche

[al siguiente día]

Un viaje infinito [borrador] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora