XXIII

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(…) quién tocaba la puerta era Desmond, pues venía por el libro que le había encargado robar a Dave

– disculpa por la hora, me tomo mas tiempo del pensado en volver, pero aquí estoy. Vine por mi libro – comentó Desmond

– me temo que llegas tarde –

– quieres explicarte –

– logré robar el libro, junto con otros dos, pero tuve dos inconvenientes. Al final logré traerlos y guardarlos aquí, pero alguien más vino por ellos –

– ¿De quién se trata? – Desmond preguntó desconfiado –

– de uno de los inconvenientes que tuve, un demonio apareció de la nada y se los llevo –

– ¿Cuándo pasó eso? – preguntó pensativo –

– La siguiente noche de haberlos obtenido –

– creo saber de que demonio me hablas. ¿qué hay del otro inconveniente? ¿Cuál fue? – preguntó misterioso –

– un tropiezo que tuve con unas cajas – mintió para ocultar a Karlie –

– muchacho puedo oler las mentiras a cientos de kilómetros. ¿Cuál fue el otro inconveniente? –preguntó mirándolo fijamente a los ojos

– de verdad solo fue eso, me disculpo por fallar en tu pedido –pronuncia al tratar de cerrar la puerta

– así que vas a insistir con la mentira –

– no es ninguna mentira, eso fue lo que pasó –

– muchacha soy más de lo que ves aquí – menciono al sujetarlo con ambas manos

– te juro que eso es todo – pronunció Dave intentado zafarse –

– no te creo nada – mencionó al abrir la boca y soltar un humo en su rostro… – te vuelvo a preguntar ¿cuál fue el otro inconveniente? –

(…) Dave se sentía mareado y confundido, pero se resistía a responder

– terminaras cediendo, no te resistas o será más doloroso para ti – mencionó al verlo retorcerse en el piso… –  te repito una ves más  ¿cuál fue el otro inconveniente?

– fue Karlie, ella vino junto con aquel  demonio esa noche y se llevaron los libros – respondió con su mente totalmente dominada 

– Eso era ¿hay más? –

– siempre están juntos, parece que viven en la misma casa –

– has sido de mucha ayuda. Te vas a levantar, olvidarás esto y seguirás con tus asuntos cotidianos hasta que recibas mis órdenes –

(…) tal cual le ordenó Desmond, Dave obedeció y se puso de pie

– gracias por la dirección joven, me fue de mucha ayuda – Desmond expresó al salir de allí 

– de nada – respondió al no recordar lo anterior… – es hora de dormir “minino” – anunció al apagar la luz –

[a la mañana siguiente]

(…) aún seguía la tregua, por lo que Karlie no tenía que preocuparse por alguna agresión de Emma. Durante el receso al notar que Emma estaba muy concentrada con un libro, Karlie se le acercó por la espalda pronunciando – no sabía que te gustaba leer –

– carajo – Emma comentó sorprendida –

– disculpa si te asuste –

– no me asustaste, me sorprendiste – respondió ocultando el “libro negro” 

Un viaje infinito [borrador] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora