XXV

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(...) luego de aquel pequeño juego Karlie se sintió muy contenta al ganarle Damián. Este había cedido al notar el gran esfuerzo que ella realizó.

A la mañana siguiente tal cuál habían acordado, Damián fue detrás de Ana, siguiéndola hasta las afueras de la oficina y allí espero por varias. Por momentos daba vueltas alrededor del edificio en su forma canina; lo cual para él era en vano ya que no sentía ninguna presencia. Conforme las horas pasaban él pensaba en retirarse, pero no le pareció justo luego de que Karlie le ganara.

Una mañana aburrida sin duda – me hubiera quedado en casa – pensó Damián...

(...) el día laboral de Ana terminó sin novedades. Así que ella salió de la oficina y se dirigió directo a casa. En cuanto llego Karlie la esperaba en la puerta y apenas entró ella preguntó – ¿cómo te fue hoy mami? –

– bien nena – respondió Ana al pasar a la sala –

– ¿Sucedió algo extraño? –

– no, está vez no ha pasado nada extraño –

– me alegra saberlo –

– bueno me pareció ver a un perro darle la vuelta al edificio un par de veces –

– solo era un perro mami –

– pero lo que me llamó la atención de dicho perro fue que en el pecho tenía pelaje rojo en forma de triangulo –

– me hubiera gustado verlo –

– conociéndote de seguro lo hubieras querido traer a casa y no tenemos espacio para una mascota –

– supongo que no... iré a mi habitación a continuar con mis tareas –

(...) Damián había cumplido y esperaba arriba en la habitación recostado sobre el piso. Al ver entrar a Karlie él pronunció – no había nadie espiando a tu madre –

– vine agradecerte – expresó Karlie

– fue un desperdicio de mi tiempo –

– no haces nada en todo el día – responde sonriente

– eso no es del todo cierto –

– dime ¿Qué haces todas las mañanas mientras estoy en clases? –

– espero que llegues –

– puedes hacer más cosas que solo esperar –

~Damián

– ¿Cómo cuáles? –

– podrías ir en busca de el resto objetos –

– sabes que si llego a tener sospecha de que puede haber un objeto en algún lado, soy el primero en insistir. Revisaría en otras ciudades, pero no quiero alejarme demasiado de ti –

– no te preocupes por mi –

– tampoco quiero dejar inconcluso tu entrenamiento, hay mucho que perfeccionar –

– no hay prisa deberíamos relajarnos un poco –

– relajarnos... ¿qué haces para relajarte? –

– bailar –

– jamás he bailado –

– no es difícil yo te enseñó déjame ir por el radio de mi papá –

(...) Karlie quería distraerse un momento y para ello su forma favorita era bailar. Solo que ahora tendría compañía. – aquí lo tengo – anunció Karlie al volver a su habitación con la radio de su padre

Un viaje infinito [borrador] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora