°TWINS° ♡TinCan♡

20. No soy un omega sumiso

Un mes antes de la fiesta de compromiso.

Tin :

El alfa se encontraba en su dormitorio arreglando sus maletas, pues su viaje sería pronto, si, aún faltaba un mes para el compromiso, pero iría antes para ver algunos asuntos de las empresas de su padre. También quería comprar algún departamento, eso ya lo vería en su momento.

Toc, Toc, Toc.

- pase

-...

- oh Ae, ¿qué haces aquí?

- solo vine a avisarte acerca de los boletos para ir a Tailandia - decía, mientras se sentaba en la cama del otro. - veo que ya preparaste tus maletas. Tsk... yo ni siquiera empecé.

- ¿no es en unas horas el vuelo?, debiste alistarse antes - Tin empezó a sacar las maletas fuera del dormitorio, saliendo detrás suyo Ae.

...

Después de terminado sus estudios. Can volvía al hogar que lo vio crecer. Obviamente las razones por las que estaba nuevamente en su casa, no eran de su agrado. Una y otra vez se volvia a preguntar, el ¿por qué hacia eso? y nuevamente la respuesta era la de siempre. <se lo prometí a Plan>.

En ningún momento cruzo por su mente, tener que casarse con alguien que ni siquiera conocía. Le causaba nostalgia, pensar que antes su plan de vida, era solamente estudiar, trabajar y demostrar a su padre lo que es capaz de hacer un omega.

El tener que casarse con ese alfa, estaba a la vuelta de la esquina. Pero el conocerlo ya golpeaba su puerta. Cuan cruel puede ser este mundo en algunas ocasiones. Faltaba nada para tener que presentarse como el prometido de alguien que ni siquiera conocía.

Pero Can, ya decidió algo. Él no se mostraría sumiso ante nadie. No sería el estereotipo perfecto de omega, con el que todos sueñan. No, él sería lo contrario. Si quiere casarse con él, pues bien, pero que se atenga a las consecuencias. Hablaría seriamente con "su prometido". Le daría a conocer detalladamente, como seria de su vida, si se casa con él. Estaba seguro de que después de que lo escuche no le quedarían ganas de querer casarse. De hecho, anularia el matrimonio en ese instante. Y sería ahí, donde Can, pueda gritar a los cuatro vientos que si cumplió su promesa, que él otro no haya querido casarse, no es su problema.

...

Narra Can:

El día que todos esperaban menos yo, había llegado. Desperté por todo el ruido que había afuera, al parecer ya estaban preparando esa dichosa fiesta.

Me acerque al gran balcón que tenia mi cuarto, quise curiosear un poco pues también había mucho ruido proveniente de ese lugar. Para mí sorpresa lo que me llegué a encontrar, fueron millones de autos estacionados en la entrada, de ellos salían familias enteras, todos vestidos de gala. El brillo que traían encima podía cegar a cualquiera. Pero eso era lo de menos, había ¡reporteros!. Si saben que hay cosas mucho más importantes, que deberían estar filmado ¿verdad?. Que perdida de tiempo, realmente prefería ir a comer, que tener que estar presente en esa fiesta.

Me quedé toda la mañana jugando en mi celular. Ya casi pasaba ese nivel, pero justo debían venir a decirme que ya era tiempo de que baje, que molestia.

Bien, me dejaron un traje hecho a mi medida . Esto se ve muy costoso y muy llamativo, no es para mi gusto. Ya escogí ropa, no era necesario que me trajeran esto. Avanze hasta mi armario y saqué un pantalón jin, con las rodilla rasgadas y algunos cortes más arribas de estas, una camisa negra casual, algo transparente la verdad. Al comprarlo no había notado ese gran detalle, pero parece apropiado para esta ocasión, una sonrisa se me escapo, al pensar en cómo me verían los demás. Y obvio, no podía olvidarme de todos esos aros que compre, realmente se me ven bien.