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Vegetta estaba en la parte de abajo de la casa haciendo el desayuno, estaba esperando a que el castaño bajara a comer y pudieran salir a reunirse con los chicos para ayudar a reconstruir el pueblo.

Esa noche el fuego se propago mas de lo necesario, y habia terminado afectando tambien varias casas de aldeanos, el ojimorado pensaba que se lo merecian, sin embargo Ruben les ofrecio su casa de vacaciones y el pueblo la acepto a fuerzas, bajo la insistencia de que no merecian que el hibrido les diera tan siquiera su palabra, y Vegetta estaba totalmente de acuerdo.

-Buenos dias!~-Canturreo Rubius bajando las escaleras.

-Buenos dias cari-Le saludo para acercarse a el y darle un beso rapido-Dormiste bien?-Pregunto con mirada cariñosa.

-Sip!-Contesto el mayor-Pero sigo preocupado, el incendio de ayer fue provocado y no saben quien fue, ¿¡y si es un loco piromano?!-Dijo Ruben con mirada asustado y preocupada.

Vegetta trago en seco y se trago una risita por lo de "loco piromano".

-No te preocupes chiqui,no creo que haga nada mas-Dijo el ojimorado dandole un beso en la frente-Ya hice el desayuno, puedes sentarte y ahora te lo llevo-Continuo, y el castaño asintio con una sonrisa en la cara pero extrañado por el olor extraño que desprendia su alfa, el olor a fresas estaba curiosamente distorcionado.

Vegetta corrio a la cocina y busco en sus bolsillo, noto que todavia llevaba el encendedor que habia recogido-a escondidas- cuando lograron apagar el fuego, mierda, si lo descubrian estaba frito.








En el siguiente hay un aviso que seguro les gustara, esperen no mas.

EL ALFA DE RUBIUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora