Nunca había visto lágrimas de ese tipo en sus ojos. Era la primera vez en sus treinta y tantos años. Solo le bastó aquel funesto día y mirarse en el espejo.
En el espejo
Nunca había visto lágrimas de ese tipo en sus ojos. Era la primera vez en sus treinta y tantos años. Solo le bastó aquel funesto día y mirarse en el espejo.