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Capítulo 31

Cuenta Tini
Sebas: ¿Así que salías con un montón de pibes antes? -Me pregunta sonriendo a mi lado.

Tini: Si, y para tu suerte la mayoría eran feos.

Sebas: ¿La mayoría?

Como puede, por culpa de mi panza, se me sube arriba.

Tini: Si, la mayoría.

Lo miro.

Tini: Sebitas, ardo en deseos de que me hagas tuya pero no me siento bien ¿Podemos esperar?

Sebas: Si gorda.

Se acuesta al lado mío.

Sebas: ¿Qué tenes? ¿Estás bien?

Es tan lindo cuando se preocupa así.

Tini: Si, si, solo que Noita está pegando patadas bastante fuertes, y si a eso le sumamos que papi me quiere hacer el amor, me voy a morir.

Noah Yatra. Ese es el nombre que elegimos y sinceramente cada vez que alguien lo nombra me imagino a mi bebé en mis brazos o en los de Sebas.

Sebas me saca de mis pensamientos al hablar.

Sebas: Pasa que nuestro bebé es fuerte como el padre.

Tini: ¿Vos decís que de grande va a tener estos musculotes como el padre?

Le toco los brazos.

Sebas: Si, y obviamente la facha.

Tini: Gordo...

Sebas: ¿Mhm?

Tini: ¿Qué nombre hubieras elegido además de Noah?

Sebas: ¿Por qué lo preguntas?

Tini: Curiosidad. -Miento.

Sebas: ¿Para nene o para nena?

Tini: Para nene.

Le acaricio la cara.

Sebas: Mmm me gusta bastante Dante ¿A vos?

Me sonríe.

Tini: A mi también. Dante Yatra.

Dirijo mi vista hacia él.

Tini: Es hermosos como suena.

Estamos en Diciembre. En unos días va a ser navidad y yo ya tengo el regalo perfecto para Sebastian, aunque quiero acompañarlo con algo más y no sé con qué. Le pedí ayuda a mamá y a Caro y no se nos ocurrió nada.

Sebas, por su parte, está re tranquilo. No sospecha nada y eso me pone feliz. Cuando sepa la sorpresa que le tengo se va a morir.

Hace unos días fuimos a ver a Alex y nos dijo que el embarazo va re bien. Por suerte no volvió a meter la pata como la primera vez, ahora ya sabe.

Las únicas que saben mi sorpresa son Caro y Cami. No quiero decírselo a nadie más para que se sorprendan.

Sebas: ¿Querés cambiarselo?

Tini: ¡No! Me encanta Noah, solo pensé otro, pero no se lo quiero cambiar.

Trato de disimular lo nerviosa que me puse pensando que va a descubrir todo.

Sebas: Bueno ¿Te parece si hoy vamos a comprarle ropita y esas cosas?

Su cara se ilumina cada vez que hablamos del bebé.

Tini: Preces un nene gordo. Te recuerdo que yo lo tengo en la panza eh, por ende yo soy la de las emociones y cambios de humor.

Sebas: Jajaja ¡Tonta! Ya lo sé, pero siempre quise ser padre y ahora que lo estoy por ser me emociono más de lo normal.

Me besa.

Sebas: ¿Entonces?

Tini: Si, dale ¡Vamos!

Salimos rumbo al shopping para comprar cositas. Me siento plena así, cada día me emociona más la idea de tener a Noah en mis brazos y lo mejor es que no va a ser solo él. Planeo tener tres millones de hijos con Sebastian.

Llegamos y apenas entramos nos dirigimos a un local de todas cosas de bebés. Compramos ropa, chupetes, pañales, de todo. Sebastian quiso comprar la cuna pero le recordé que nos la iba a regalar Cami, ya que ella sabía la sorpresa.

Él me pregunta cada dos minutos por qué compré tanta ropa pero yo solo me limito a decir que es para que no le falte nada.

Apenas llegamos al departamento nos acostamos a dormir que es lo único que venimos haciendo desde hace tiempo.