Cuenta Tini
Flashback
Jorge: ¿Qué mierda hiciste pendeja del orto? -Me gritó sacado.Tini: N-nada. -Dije nerviosa dejando rápidamente el celular en el piso.
Jorge: ¿Nada? ¿A quién carajo llamaste?
Se pasó la mano por el pelo desesperado en un intento por calmarse. No funcionó.
Tini: ¡A nadie! ¡Lo juro!
Jorge: ¿A nadie? Bueno, pero intentaste hacerlo.
Me pegó un cachetazo.
Tini: ¡Pará! ¡Solo quiero irme de acá! Yo no tengo nada que ver con Sebastian ni con Stephanie. Te la agarras conmigo como si yo fuese la culpable de sus cagadas ¡Yo no te compré la droga y no te debo plata!
Jorge: Tenes razón, vos no tenés la culpa, pero no me importa, ya estás acá y no te vas a ir tan rápido. Antes de que nos atrapen yo voy a hacer todo lo que no pude.
Siguió riendo.
Tini: ¿Q-qué?
El miedo me empezó a recorrer el cuerpo.
Jorge: Si, eso. Nos vamos a ir a Alemania mañana mismo porque tengo unos amigos ahí, preparate.
Salió por la puerta.
Fin del FlashbackNo pude dormir en toda la noche pensando en que hoy me voy a ir a Alemania.
Ya no voy a ver a mi familia, a mis amigas, a nadie; y lo más probable es que me haga abortar, voy a perder a mi bebé.
Es sol ya salió, pero todavía se nota que es temprano, aunque ya no importa, me voy a Alemania.
Jorge: Bueno, dale, agarra tus cosas que nos vamos.
Lo miro irónica.
Jorge: Ah, cierto que no tenes nada. Entonces vamos.
Carcajea.
Me agarra muy fuerte del brazo y me empieza a llevar para afuera. Apenas mis ojos ven la luz me los tapo, hace tanto no siento esta sensación...
El aire es fresco y mueve un poco mis mechones de pelo. Me siento plena, libre, pero todo eso se esfuma en segundos.
Jorge: No intentes huir, no tengo miedo de usarla.
Me señala la pistola en su cintura. Mis ojos se llenan de lágrimas y toda la paz de hace minutos ya no está.
Empezamos a caminar pero al cabo de unos segundos se empiezan a escuchar sirenas ¿Puede ser posible? ¿Me encontraron? Cinco patrullas paran frente a nosotros y de ellas bajan un montón de policías apuntandonos con sus armas.
Policía 1: ¡Quédese quieto y baje el arma!
Es en ese momento donde caigo en cuenta que Jorge me apunta con su pistola en la cabeza.
Sebas: ¡NO! ¡NO LO HAGAS POR FAVOR! -Grita esa voz que tanto conozco.
Baja desesperado del auto y me mira a los ojos, mostrándome el miedo que tiene. Yo no puedo creer que esté acá y no con su ex novia, aunque capaz ahora ya oficializaron pero no me importa, no me importa si me salva él, los policías o el vecino, solo me quiero ir de acá con mi bebé.
Jorge: ¡Llegó! ¡El príncipe viene a salvar a su princesa! ¡Que pena! Va a morir frente a sus ojos.
Saca el seguro del arma.
Yo lo único que puedo hacer es mirar a Sebastian y solo a Sebastian. Él mira a Jorge y nunca despega su vista de mi secuestrador.
Sebas: ¡Jorge, pensalo! Ya vas a ir preso por secuestro, ¿también querés ir por asesinato?
Se va acercando a medida que le habla y yo solo puedo contar los segundos que faltan para que esto termine.
Jorge: ¡Sebastian, no te acerques porque te juro que le vuelo la cabeza! ¡Cortala!
Empieza a retroceder conmigo.
Sebas: ¡Basta Jorge! ¡Se terminó! ¡Perdiste! Te encontramos, la encontramos.
Me mira y sus ojos me transmiten seguridad, pura seguridad, pero no quiero sentir eso, no de su parte.
Jorge: ¡No! ¡Necesito terminar con esto de una vez! Ya está, vos perdiste, la perdiste.
Por el rabillo del ojo veo como empieza a apretar el gatillo.
Yo solo cierro los ojos y deseo con todas mis fuerzas que no lo haga. Que no me mate, que no mate a mi bebé.
En cuestión de segundos escucho varios tiros y solo aprieto más mis ojos rogando que todo termine.
Después de unos segundos de darme cuenta que sigo respirando, de pie, viva; abro los ojos. Jorge está tirado en el piso con sangre por todos lados y varios tiros en el pecho.
Yo, por mi parte, estoy entera ¡Me salvé!
Sin pensarlo dos veces corro hacia los policías pero unos brazos me lo impiden. Pego un grito asustada hasta que siento su característico olor y como me susurra al oído.
Sebas: Shh, soy yo, tranquila.
Lo abrazo fuerte a pesar de todo, en estos momentos solo necesito unos brazos donde poder llorar hasta volver con mi familia, y si esos brazos son los de él, me lo voy a bancar igual, ya más tranquila le voy a decir todo lo que pienso.
Sebas: Los salvé. -Lo escucho susurrar.
Mi cerebro no termina de asimilar las cosas que ya lo tengo acariciando mi vientre. Si, ese es otro tema del que vamos a hablar.
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La salvaron a Tinita!!! Quieren uno más??? Qué les pareció el capítulo???
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Instagram | Sebastini
Roman pour AdolescentsEsta historia es completamente ADAPTADA. Todos los créditos a su autora original.