Jimin miraba cariñosamente a su novio mientras que éste hablaba sobre algún programa que había visto en la noche. Se le veía claramente emocionado, con su enorme sonrisa reluciente y sus ojos brillando por la mención de algún famoso que amaba.
Como cada tarde, desde hacía un mes atrás, el chico había ido a su casa para pasar el rato en su habitación, razón por la cual se encontraba acostado en su cama en ese justo momento, disfrutando de la suavidad de las sábanas y enrollándose cómodamente con ellas. Por lo que Jimin veía, parecía que se quedaría también a dormir esa noche.
—¿Le avisaste a tu madre que piensas dormir aquí, Taehyung? —le cuestionó el pelirrosado aprovechando el momentáneo minuto de silencio del chico quien resbalaba las manos por sobre el suave cobertor de la cama.
—Sí—respondió el rubio con un suspiro aliviado y se acercó a él para acomodarle un mechón rebelde de cabello que cubría su rostro, ganándose con eso una sonrisa tímida—. Pero, ¿cómo sabes que tengo intenciones de quedarme hoy?
Jimin cerró los ojos cuando los labios de su novio le aprisionaron la nariz en un gesto cariñoso.
—No sé—respondió bajando la voz y alejándose un poco— ¿Será por qué trajiste tu ropa para dormir? —le indicó señalando la mochila que estaba arrinconada en la habitación.
Taehyung sonrió abiertamente al saberse descubierto y, adquiriendo un gesto coqueto, jaló a su novio para acomodarlo encima de su regazo y así comenzar a besarle el cuello repetidamente. Su aroma, como siempre, era penetrante y varonil, pero, por mucho que Jimin lo disfrutara, todavía no lograba acostumbrarse a él.
—A ti realmente no se te escapa nada, Jiminnie—le dijo con calidez comenzando a mordisquear el lóbulo de su oreja y haciéndolo gemir con eso. En sus ojos se podían observar la adoración que tenía por él, además de un ligero toque de lujuria.
—No, realmente no—Jimin suspiró entrecortadamente y se relajó aún más en los brazos del chico mientras que éste continuaba con una serie de besos lentos sobre su piel.
Del tiempo que llevaba saliendo con Taehyung, alrededor de cuatro meses, podía sinceramente -por fin- decir que lo quería. No era que se estuviera obligando a estar con él, el chico era encantador y realmente una buena persona, cuando estaba con él se sentía tranquilo, en paz. Por primera vez en su vida había encontrado a alguien que lo hacía sentirse alegre con tan sólo mirarle. Taehyung era genial, sí... Pero aun así... Aun así algo faltaba.
—¿Puedo hacerte el amor? —el rubio le dedicó una mirada significativa, acariciándole los muslos suavemente de arriba hacia abajo mientras que él asintió en silencio- ya que de hablar se haría obvio el nudo que sentía en la garganta- y simplemente abrazó al hombre por el cuello mientras unían sus labios.
Aunque lo que estaba viviendo de verdad le gustaba, se sentía inequívocamente culpable. Podría pasar horas besando a su novio y aun así Jimin no estaría satisfecho, el chico podía hacerle el amor con suma dedicación, decir justo lo que precisaba escuchar, endulzarle las tardes y, sin embargo, nada de eso sería lo que de verdad necesitaba. Con Taehyung todo era rosado y brillante, y, aunque estaba bien, Jimin no era de los que tuviera romances de ese estilo. Él necesitaba tener más tonalidades.
Pero, si se permitía ser egoísta, agradecía sinceramente el que Taehyung estuviera con él. Siempre se animaba cuando el chico estaba a su lado, se sentía, de alguna forma, diferente, pues lo motivaba a sacar un lado amoroso que ni él ni nadie creyó que tendría. Era renovador. Sin duda, debía agradecerle a Seokjin, ya que gracias a él había conocido al bonito rubio de sonrisa cuadrada. Tras la separación con el señor Min, su mejor amigo se había propuesto a animarlo de todas las formas posibles y una de ellas había sido llevarlo a fiestas y bares donde cada noche le presentaba a alguien nuevo, pero confiable.
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Disciplina © [Yoonmin]
FanfictionLos padres de Jimin han decidido que no pueden más con su comportamiento insufrible , por lo que contratan a un profesor de buenos modales que le enseñará el significado de "disciplina". En un principio, su relación con el señor Min se torna algo co...