Jimin se levantó con pereza de su cama mirando de reojo como el reloj avanzaba el minuto que formaba las seis y cinco de la mañana. Se sentía aturdido y desganado, pero tenía tantas obligaciones ese día que no había visto otra hora mejor para despertarse si quería que el tiempo le alcanzara. Además, Taehyung le había pedido encarecidamente que lo llamara a esa hora para despertarlo también, pues debía presentar un examen muy importante del que dependía su beca universitaria.
A Jimin le gustaba hacer feliz a Taehyung, así que, sin pensarlo dos veces, decidió sacrificar sus preciadas horas de sueño para poder despertarlo tal como le había prometido y, a pesar de seguir medio adormilado, lo primero que hizo apenas abrió los ojos fue marcarle. El chico, como era usual en él, no tardó en contestarle y le agradeció con palabras cariñosas por su ayuda, prometiéndole una cena cuando él quisiera. Sin embargo, esta vez no colgó con su característico "te quiero" de siempre.
Algo entre ellos había cambiado.
Jimin sabía que todo había sido a raíz del mensaje que recibió días atrás por parte del señor Min. Debía de ser eso pues no encontraba una razón más sensata. Taehyung había preguntado, perspicaz como siempre, quién era el remitente y él sólo lo había besado porque no había sabido cómo explicar su corazón roto. Él creía que había logrado cerrar el círculo con su estimado profesor, pero resultó que no era así.
Aún no.
Pero esa inseguridad y ese enredo mental había alcanzado a Taehyung, quien de inmediato notó que algo no andaba y, aunque era un novio maravilloso, no se libraba de ser celoso.
Después de haberse besado por un buen rato, Taehyung había insistido en conocer el remitente de aquel extraño mensaje y Jimin había rehuido nervioso de la respuesta. No sólo porque no estuviera listo para contarle, sino porque sabía que la actitud de su novio no estaba siendo la correcta. El hombre debía de confiar en él porque de lo contrario no funcionarían.
Sin embargo, él mismo se sentía como un hipócrita, uno sucio y ruin que, estando a su lado, seguía pensando en alguien más, así que a partir de ahí todo se fue complicando poco a poco. Taehyung no dejaba de insistir sobre el mensaje y Jimin no entendía el porqué de su obsesión, aunque la verdad fuera dicha, entendía que se debía a que seguía sufriendo por el señor Min y eso lo mantenía en un estado ausente.
Por mucho que se esforzara en superarlo, el hombre seguiría presente en su vida hasta que no cortara de tajo con todos los lazos que había forjado entorno a él. A diario se repetía que en realidad no había mucho de lo cual aferrarse, que lo que había pasado entre ellos había sido sexo casual, pero por más que se lo dijera al espejo, sabía que la solución era hablar con él cara a cara para arrancar de raíz el "qué hubiera pasado si...". Y tal vez, después de eso, sería libre.
Y precisamente por eso había decidido levantarse temprano. La noche anterior le había preguntado al señor Min si podía visitarlo en su casa y el hombre, que tardó en contestar una eternidad, le respondió que llegara a la hora que quisiera. Jimin decidió que entre antes mejor. La cuestión era que tenía que trabajar primero, tomaría el turno matutino y cuando éste terminara iría a felicitar o consolar a su novio, según se diera el caso, para cuando por fin estuviera libre ir a él.
—¿Por qué tan temprano? —el señor Park apareció de pronto en el umbral de su puerta, mirándolo de arriba hacia abajo. A pesar de la hora, se encontraba ya arreglado con uno de sus mejores trajes.
—Tengo que aprender a cerrar la puerta antes de dormir—Jimin sonrió mientras se limpiaba los ojos y se encogió de hombros, sintiéndose intimidado—. ¿Tú por qué tan temprano?
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Disciplina © [Yoonmin]
FanfictionLos padres de Jimin han decidido que no pueden más con su comportamiento insufrible , por lo que contratan a un profesor de buenos modales que le enseñará el significado de "disciplina". En un principio, su relación con el señor Min se torna algo co...