Everything I Wanted [Finn Wolfhard y tú] [TERMINADA]

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T/N's P.O.V.

No había pegado ojo en toda la noche. Lo único que pasaba por mi cabeza era el rostro de aquel hombre frente a mí y sus asquerosas manos deslizándose por mi cintura. También recordaba a mi madre, a la que le había pasado algo parecido cuando tenía mi edad, y realmente la extrañaba.

Miré al reloj de la mesilla de noche, eran las 8:00 AM. Seguidamente miré a Finn, que estaba profundamente dormido. Sus rasgos faciales se veían mucho más detallados al estar tan cerca, y realmente era mucho más hermoso de lo que recordaba. Me giré y volví a intentar dormir, sin éxito, obviamente.

Una media hora después, oí que alguien susurraba detrás de mí:
-T/N, ¿estás despierta?

Me giré hacia Finn y asentí:
-¿Cómo has dormido?
-B-bien, gracias.

Me di cuenta de que él estaba un poco sonrojado:
-¿Y tú?-Respondí.
-En realidad no he dormido muy bien.
-En realidad yo tampoco, no he dormido en toda la noche...
-¿Quieres hablar sobre ello?

Negué con la cabeza:
-Creo que ya voy a hablar bastante durante todo el día.
-De acuerdo, voy a ver si mi madre está despierta, si no prepararé yo el desayuno. Si quieres ducharte, ya sabes dónde está el baño.

Asentí y fui a por mi ropa mientras él bajaba a la cocina. Seguidamente entré al baño, me quité la ropa y me metí en la ducha.

Mientras el agua caía por mi cuerpo, seguía viendo a aquel hombre delante de mí, y por momentos a mi madre junto a mí en el jardín de su casa de Florida.

Comencé a sollozar, el dolor que sentía al pensar en mi madre era insoportable. Me tapé la cara con las manos y lloré como hacía tiempo que no lloraba.

Un tiempo después siento que alguien llama a la puerta.
-T/N, ¿estás bien?-Era Finn.
-S-sí tranquilo, bajo ahora.
-De acuerdo.

Cerré el agua y salí de la ducha, aún llorando, pero menos.

Agarré una toalla y me rodeé con ella, y con otra más pequeña me sequé un poco el pelo. Me miré al espejo del cuarto de baño y me di cuenta de que estaba destrozada, tanto por fuera como por dentro. Tenía unas ojeras gigantes, y los ojos y las mejillas rojos de llorar.

Respiré hondo y me vestí. Agarré un neceser que había dejado allí la noche anterior e intenté disimular el dolor con maquillaje. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que todos hacemos?

Salí del baño y dejé la camiseta de Finn sobre su cama. La miré y sonreí levemente. Si no fuera por él, ahora mismo podría estar muerta o tirada en un callejón inconsciente.

Bajé a la cocina y le vi preparando el desayuno, el me miró y habló:
-Mi madre ha ido a hacer unos recados, ha dejado una nota. Volverá en una hora más o menos, y luego iremos contigo a comisaría. Mi hermano y mi padre han tenido que ir unos días a Canadá por una cosa de la universidad de Nick, así que estamos solos.

Asentí y sonreí tímidamente de nuevo:
-Déjame ayudarte a preparar el desayuno.
-No hace falta en serio.
-Por favor.-Le miré a los ojos y el sonrió un poco sonrojado.
-De acuerdo.

Entre los dos terminamos de hacer el desayuno, y seguidamente preparamos la mesa y nos sentamos a desayunar.

-Oye y... ¿Qué era aquello tan importante que tenías que contarme?-Dije yo.
-¿Q-qué?
-En la fiesta de Caleb me dijiste que tenías algo importante que contarme.
-Eh... Si, pero creo que no es el momento para decírtelo, están pasando demasiadas cosas.

Asentí y seguí desayunando. De vez en cuando él me miraba, y yo le hacía creer que no me daba cuenta, pero lo hacía.

Una de esas veces levanté la vista y crucé mi mirada con la suya. Sus ojos brillaban de una manera preciosa, y su cara se iluminaba por sí sola. La noche anterior me había pasado lo mismo, lo veía mucho más bello que hacía dos días, ¿sería porque al haberme salvado veía en él otra persona completamente diferente, o sería porque estaba volviendo a sentir cosas por él? Probablemente sería una mezcla de las dos.

-Estás un poco sonrojada.-Dijo en voz baja y rió.
-Tú también.-Ladeé la cabeza y reí con él.
-¿Quieres ver un rato Netflix mientras no llega mi madre?
-Vale.-Sonreí y recogí mi plato y él el suyo. Seguidamente fuimos al sofá del salón y encendimos la televisión.

-¿Qué quieres ver?-Me dijo mirándome.
-Me da igual. ¿Tú estás viendo alguna serie ahora?
-The End Of The F***ing World.
-¿En serio? ¡Yo también!
-¡Pues genial! ¿La vemos?

Asentí sonriendo y él la puso.

Al principio estábamos a cierta distancia, pero poco a poco Finn se fue acercando a mí, de manera casi imperceptible. Cuando nuestros brazos ya estaban casi rozándose, él pasó el suyo lentamente por mis hombros. Yo le devolví el gesto apoyando mi cabeza en su pecho.

Me miró y habló:
-Pensé que así estarías más cómoda.

Sonreí tímida y seguimos viendo la serie, aunque yo no le atendí. ¿Y si realmente me estaba volviendo a gustar Finn Wolfhard? ¿Y si aquello tan importante que tenía que decirme era que yo le gustaba a él? No, imposible. Me quité la segunda idea de la cabeza, pero estuve un rato dándole vueltas a la primera.

Cuando se abrió la puerta de la casa me fui de mis pensamientos al momento y volví a la realidad.

Finn y yo nos separamos rápidamente y la sra. Wolfhard en el salón.

-Chicos, ¿estáis listos para irnos?

Ya casi había olvidado que teníamos que ir a comisaría, simplemente el hecho de pasar tiempo con Finn evadía todos los problemas.

-Sí, vamos.-Dijo Finn y me miró.-¿Estás preparada, T/N?

Asentí y nos levantamos. Salimos de la casa de los Wolfhard y entramos en el coche. Finn y yo nos sentamos en el asiento trasero. El coche arrancó.

Yo miraba por la ventana con una mano apoyada en el asiento del medio y otra sobre mis piernas.

Volvía a estar de los nervios. Imágenes de la noche anterior pasaban por mi cabeza, y una lágrima cayó por mi mejilla.

-Ey, tranquila, todo va a estar bien, ¿vale?-Finn se percató de mi tristeza e intentó animarme mientras juntaba su mano con la mía.

Le miré y sonreí como pude. Él me secó la lágrima con la otra mano.

-Estamos contigo.
-Gracias, en serio.

Sonrió y nos agarramos de la mano. Al hacer este gesto mi cuerpo se llenó de una energía extraña, que hacía años que no sentía.

Cuando llegamos a comisaría, bajamos del coche y nos dirigimos a la puerta. Finn y yo seguíamos de la mano.

¿Qué tal gente?

Hoy no tengo nada que contar, espero que estéis sanos y salvos en vuestra casa.

Os quiero❤️

-C