CAPÍTULO IV

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Después de aquella última conversación que tuve con Adrián, decidí mantenerme al margen e incentivar la relación entre los hermanos Zambrano. Cuando Iván me llamó para hacerme recordar que teníamos una fiesta me excusé, diciéndole que tenía un compromiso con mi familia y se me había olvidado, que me disculpara con Adrián. Aproveché y le pedí que se acerque y converse más con Adrián, pues no era la persona que aparentaba ser.

El sábado se fueron a su fiesta: Iván, Gianella y Adrián. Se divirtieron con el resto de sus amigos. Adrián allí conoció a una chica con la que después se fue a un lugar más íntimo. Adrián no desaprovechaba la oportunidad cuando se le presentaba, pero eran solo relaciones momentáneas, nunca tenía nada serio con chica alguna. Al final de la madrugada siempre se sentía vació. Por mi parte me quede en mi casa. Llamé por teléfono a mi amiga Katty y le conté todo lo sucedido hasta entonces desde que salimos de vacaciones.

Pasaron las semanas y la relación de hermanos entre Adrián e Iván se fueron afianzando. Cierto día Adrián se sinceró con Iván.

- ¿Sabes chatito? – inicio la conversación Adrián.

- Dime Marrón, ¿Qué pasa? – respondió Iván. Marrón lo llamaba, de cariño, por ser de piel de color canela.

- A veces siento que mi Mamá no me quiere, por ser entre los dos quien más me parezco a mí Papá. Dicho sea de paso, yo creo que ella tiene mucho de culpa que él nos haya abandonado y se haya ido de la casa. - Poco a poco Adrián se iba soltando con Iván, pero aún no se atrevía a decirle del todo la verdad de lo que lo atormentaba.

- No hermano, no es así, mi Mamá tiene su carácter, pero nos quiere a todos por igual y yo también te quiero mucho, no pienses así. Y si mi Mamá se separó de nuestro padre, ya sabemos porque fue; por favor el problema que tuvieron ellos como pareja no tiene nada que ver con nosotros como hermanos, ni con la relación que tú debes tener con mi Mamá - respondió Iván abrazando a su hermano.

- Que fácil es decirlo cuando tú no eres el marginado por mi Mamá – dijo Adrián

- No creo que sea así hermanito de verdad – respondió Iván.

- Ojalá me equivoque y tengas razón.

- Te quiero hermano, te quiero un montón, nunca lo dudes – le dijo Iván, abrazando a su hermano.

- Es la primera vez que me lo dices. Es la primera vez que me dices que me quieres.

- Se que estos últimos años hemos peleado mucho, pero es la verdad hermanito yo te quiero bastante.

- Yo también chato. Yo también te quiero mucho y daría mi vida por ti.

Continuaron conversando hasta el amanecer de varias cosas. Se prometieron cambiar de actitud y llevarse mejor.

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La señora Olga era una buena persona, pero tenía un carácter fuerte que tuvo que forjar para poder hacerse cargo de sus cuatro hijos prácticamente sola. Su ex esposo al igual que Adrián era muy guapo, tenía por su físico, éxito con las mujeres y le era constantemente infiel. Un día Olga no soportó más y lo botó de la casa cuando Susana la mayor tenía 17, Mirella 14, Adrián 9 e Iván 4 años. Desde entonces ella saco adelante a sus hijos trabajando en varias actividades, gracias al apoyo de su familia, y al de Susana y de Mirella que ya estaban grandes y entendían la situación mejor que sus hermanos. Posteriormente cuando ya fueron adultos Olga les contó a sus hijos la verdad sobre la separación con su padre y les dio la potestad de tener contacto con él, si ellos así lo deseaban. Susana y Mirella por ser las mayores y saber lo que su madre sufrió con él, no tuvieron interés alguno. Iván por ser el más pequeño prácticamente no se acordaba de su padre. Adrián si lo echaba mucho de menos y fue el único en tener contacto con él.

TÚ ME CAMBIASTE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora