Había pasado más de un mes, desde qué sufrieron el asalto los hermanos Zambrano. Iván, ya no tenía yeso, ni puntos en la cabeza. Adrián, ya caminaba sin mayor dificultad, incluso ya estaba trabajando de nuevo, esta vez como seguridad personal de un empresario. Su horario no era fijo, trabajaba también algunos fines de semana.
Un viernes, saliendo del trabajo, fui a visitarlos y caí de sorpresa, y el sorprendido fui yo, pues no encontré a nadie en casa, al parecer todos habían salido. De Susana, si sabía que había salido con unos amigos del trabajo. Ya me retiraba de la casa, cuando llegó Adrián.
- Hola Jairito. ¿Cómo estás? – me saludó efusivamente, dándome un abrazo. – traía en su mano una bolsa con algunas cosas.
- Hola Adrián, aquí pues, viniendo a visitar, pero no encontré a nadie, ya me iba a ir – le respondí, también correspondiendo el abrazo.
- Si loco, todos han salido, me han dejado solo, justo estoy regresando de la panadería, fui a comprar pan para tomar lonche, aunque ya es un poco tarde.
- ¿Y dónde están todos? – pregunté.
- Mi mamá con Iván, se han ido a casa de mi tía Esperanza, al Rímac, creo que han ido a visitar a mi tía que está un poco enferma; Mirella creo aun no llega del trabajo, como es viernes seguro se habrá ido con sus amigos por allí; y de Susana, tu sabrás – me respondió.
- Si, de ella sí sé. Se quedó por allí con gente del trabajo.
- Bueno pasa pues, tomaremos algo.
- No, no te preocupes, puedo regresar otro día.
- Pasa, de paso me haces compañía. Espera a mi mamá y al chato, supongo llegarán en un par de horas.
- Bueno está bien – le respondí, mientras entrábamos a la casa.
- Un rato voy a dejar estas cosas a la cocina – me dijo y entró rápido.
- Te espero aquí – le respondí – sentándome en el sillón de la sala.
- No, sube al cuarto mejor, para que no te aburras, aquí no hay tv. Vamos te acompaño.
- Ok
Subimos al cuarto.
- Pasa, ponte cómodo – me dijo, mientras encendía la tv, y yo me sentaba en un sillón que allí tenían.
- Gracias.
- Pon lo que desees – me dijo, entregándome el control de la tv - yo voy a bajar a preparar algo para comer.
- De verdad, no te preocupes, no es necesario – le dije.
- Vamos hombre, lo hago con mucho gusto, ¿o es que aún no confías en mí?
- No, no es eso.
- Entonces, espérame. Mas bien dime, ¿prefieres café con leche, leche sola o café solo? – me preguntó.
- Me gustan los tres, así que lo que tu tomes está bien – respondí.
- Ok, espérame.
Al rato subió con un azafate, dos tazas de café con leche, y cuatro sándwiches de jamón y queso. Los puso en la mesa de noche, y me dijo que me sirviera.
ESTÁS LEYENDO
TÚ ME CAMBIASTE LA VIDA
RomanceJairo, un muchacho gay, quien al descubrir su sexualidad, decide experimentar secretamente y conocerse mejor. Posteriormente se reprime a sí mismo, no quiere aceptar a vivir plenamente su orientación, hasta que conoce a Adrián. Adrián, es la oveja n...