Los hombres tenían el fuego, que
Prometeo había robado para ellos. Ahora
vivían libres de todo mal, no sufrían el
cansancio ni el dolor ni las enfermedades.
Se habían vuelto altaneros y peligrosos.
Para mantener el orden en el Universo,
Zeus debía dejar bien clara la diferencia
entre hombres y dioses.
—¡Les haré un regalo maldito! —rugió
Zeus.
Había llegado el momento de crear a lamujer. La llamó Pandora y todos los
dioses participaron en su creación. Con
arcilla y agua, Hefesto modeló un
bellísimo cuerpo parecido al de las
diosas inmortales. Atenea, la diosa de la
sabiduría, le enseñó las labores
femeninas, sobre todo a hilar y tejer
hermosas telas. Afrodita, la diosa del
amor, le otorgó gracia y atractivo. Y
Hermes, el dios de los ladrones y
mensajero de los dioses, le enseñó a
mentir.
Entonces, Pandora fue entregada por
los dioses a Epimeteo. Junto con la mujer,
le regalaron una bonita vasija de cerámica
trabajada con bajorrelieves. Antes de ser
encadenado en el Cáucaso, Prometeo les
había advertido a los hombres que jamás
aceptaran un regalo de Zeus, porque elgran dios estaba tramando una cruel
venganza contra ellos. Pero cuando
Epimeteo vio a Pandora, simplemente no
se pudo resistir. La amó inmediatamente.
No podía ser este el regalo envenenado de
los dioses. En todo caso, lo importante
era no abrir jamás la vasija: allí debía
estar el peligro.
Epimeteo le hizo jurar a Pandora que
jamás abriría la vasija. Pero apenas la
dejó sola por primera vez, Pandora no
pudo resistir la curiosidad. ¡Un regalo de
los dioses debía ser algo maravilloso! No
hacía falta destapar la vasija, no tenía por
qué romper su promesa. Solo levantaría
un poquito la tapa para mirar adentro.
Pandora corrió apenas, menos de un
dedo, la tapa de la maldita vasija, y fue
suficiente. En un enjambre horrible,oscuro, escaparon de allí todos los males
que torturan a la humanidad. Como
moscardones negros y pesados, echaron a
volar el Dolor, la Vejez, el Cansancio, la
Enfermedad y la Muerte. Aterrada,
Pandora cerró inmediatamente la vasija.
Y algo, a pesar de todo, alcanzó a
encerrar en su interior. ¿Qué era? Se
percibían golpecitos tan suaves como si
los dieran las alas de una mariposa.
Pandora levantó un poquito la tapa para
mirar y vio un maravilloso brillo dorado.
Entonces ya no tuvo miedo y, abriendo del
todo, dejó volar a la hermosa, engañosa
Esperanza, que nadie sabe si es un bien o
es un mal.
Por culpa de la ciega Esperanza, los
seres humanos soportan todo el mal que
los hace sufrir sobre la Tierra. Gracias a ella son felices, a veces, a pesar de todo.
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Dioses y héroes de la mitología griega
AcakEn esta obra, Ana María Shua narra con un estilo magistral los relatos míticos más bellos. En sus páginas se encuentran el mito de la creación del Universo, el origen de los dioses del Olimpo, y las aventuras de los héroes más valientes, como Heracl...