Giros Inesperados

Missy Wright

Había pasado ya un mes y medio de su cirugía, se despertó y fue directo al baño , orinó, lavó sus manos, su cara, y miró su cicatriz. Una cicatriz que corría horizontalmente por debajo de su ombligo, por las cremas que le había dado Poppy ya estaba desapareciendo.

Fue a desayunar y pidió un café con leche doble y tres medialunas. Al momento de comer una se sintió tranquilo.

-Y?- preguntó Albus al verlo dar la primera mordida.

-Me siento en el maldito cielo- dijo después de tragar.

Poppy rió. Desayuno como nunca antes, jamás le había dado tanto placer desayunar.

Al terminar fue a su despacho, tocaron la puerta y abrieron.

-Señor Snape, soy la profesora Silvestrini- Severus la inspeccionó, era alta, de pelo negro, tez marrón, un poco rellenita, llevaba una túnica marrón, era la descripción gráfica de Missy Wright de "Las damas de Missalonghi", un libro que había leído hacía pocos años -vaya, es verdad que su mirada causa escalofríos, aquí le dejo todo lo que hemos hecho con los cursos, algunos trabajos que he dado y una evaluación no sumativa para ver cómo van con sus conocimientos- terminó.

-Gracias profesora- tomó amablemente los papeles.

-Espero que ya se sienta bien, salió todo bien?- preguntó acerca de su operación.

Severus la miró solamente -le agradezco que me suplante profesora, espero que se hayan portado bien. Cuándo se va?- dijo ignorando completamente su pregunta chismosa.

-Mañana señor- respondió entrelazando sus manos.

-Fue un placer tenerla aquí, espero que su estadía en Hogwarts haya sido de su agrado- dijo a modo de despedida -un placer conocerla- terminó.

-El placer es todo mío señor- dijo y se fue.

Severus se puso a inspeccionar los papeles, las preguntas eran, para su gusto, muy insulsas, era obvio que con esas preguntas iban a ir bien, debía hacer un arduo trabajo para llevar a esos chicos a un nivel realmente bueno.

-Bobby- dijo Hermione cuando entró.

-Hola linda- dijo viéndola, la besó y abrazó -estas cosas son realmente malas- le dio los papeles a Hermione quien rió al leerlos.

-Dios santo, tendrás que trabajar muy duro Bobby- se los devolvió.

Severus sintió los labios de Hermione por su cuello, quienes no tardaron en llegar al lóbulo de su oreja, causando escalofríos.

-Creo que deberíamos hacerlo- susurró Hermione en la oreja de su profesor.

-Tú crees?- dijo besando los labios de su chica.

-Sí- dijo la leona entre el beso.

-Osadía Gryffindor- dijo parándose de su silla y guiando a Hermione a su cama.

Era la primera vez que Severus hacía el amor, a alguien que realmente sentía amor por él, se sintió tranquilo, relajado y seguro de sí mismo, y feliz, sumamente feliz.

-Eres increíble Snape- dijo la castaña apoyando su cabeza en el pecho desnudo de su profesor.

-Lo sé, todas lo dicen- refutó sonriendo.

-Eso es ofensivo- dijo dando un codazo a las costillas de su profesor.

Severus río.

-Que loca que es la vida, antes odiaba a mi profesor de pociones, lo odiaba con mi vida, y ahora estoy desnuda, en su cama, después de hacer el amor con él -rió la castaña- maldición-

-Coincido- dijo Severus. Pensó en todas las veces que había estado con mujeres, pero ninguna como esa, era diferente claro, porque a Hermione la quería, y mucho -qué fue lo que más te gustó?- le pregunto a la castaña.

-Que te hayas puesto protección sin que yo te lo pida- dijo Hermione.

Severus rió fuerte.

-Siempre lo hago. Algunas veces me dicen que toman pastillas anticonceptivas pero, por las dudas de que sea mentira, siempre uso condones- dijo.

-Me parece excelente- respondió la leona besando el pecho de su profesor.

-Debemos ir a almorzar Herms- dijo Severus.

-Lo sé, juntaré mis cosas y me voy- dijo dándole un beso a su chico antes de salir de la cama.

Severus se entretuvo viéndola vestirse. Era simplemente perfecta, no cumplía estereotipos pornográfico cual revistas de PlayBoy, pero si cumplía los estereotipos de él, y lo más importante, cumplía los estereotipos de ella.

-Nos vemos más tarde cariño- dijo Hermione besando los labios de su chico.

-Nos vemos cielo- dijo a modo de despedida el pocionista. Se vistió y bajó a almorzar.

-Bobby- dijo Poppy viéndolo anonadada.

-Qué?- preguntó.

-Te ves...- la enfermera no podía terminar de hablar.

-Radiante- completó Pomona Sprout.

-Estoy de buen humor, nada más- dijo el jefe de las serpientes.

-Te ordeñaron?- preguntó el director en voz baja.

-Oye no seas grosero- dijo Severus frunciendo el ceño.

Albus lanzó carcajadas. Severus por su parte se había ofendido.

-Eres patético- dijo Severus mientras Albus reía -patético anciano senil- dijo enojado. Albus seguía riendo. 

Almorzó con el ceño fruncido y se retiró a su oficina.

-Bobby- dijo el anciano.

-Oye sé que a ti te alegra todo lo que está pasando conmigo y con Hermione pero no me parece hacer esa pregunta tan estúpida, desubicada...- empezó a decir el pocionista.

-Y obvia- agregó el director.

-Y  ofensiva- terminó Severus -así que no quiero que me hagas esas preguntas tontas de nuevo Albus, o me enojaré- amenazó.

-Sí, tienes razón Bobby, lo lamento- se disculpó -Bobby, solo ten cuidado- recomendó el anciano y se fue.

Severus se quedó en su sillón mirando a la fogata, encendió un cigarro y pensó en todo lo que había sucedido hoy, no estaba arrepentido ni nada por el estilo, pero sabía que lo había pasado reforzó mucho más su relación con Hermione, y cualquier paso en falso, cualquier oído equivocado que escuché algo que no deba escuchar, cualquier par de ojos que vean lo que no tienen que ver podrían traerle serios problemas a ellos, y a muchas personas más. Albus, Minerva, Pomona, Poppy y Hagrid sabían de lo suyo, probablemente la señorita Weasley también, si hacían algo mal iban a terminar en la ruina total.