El desconocido Ejército de Dumbledore

223 19 0
                                    

Arthur Weasley entró al Gran Comedor en pleno almuerzo con un semblante de preocupado e inmediatamente a Severus se le hizo un nudo en el estómago sin saber por qué. Weasley padre hizo la reverencia y se acercó a la mesa.
-Puedo hablar con ustedes tres? Es un tema grave- dijo Weasley. Y Severus le creyó porque confiaba en Arthur y sabía que no estaba mintiendo. Los cuatro se dirigieron al despacho del director en donde al llegar se sentaron.
-Chicos esta mañana Dolores Umbridge dijo que ustedes le habían ordenado a Harry Potter armar un ejército ilícito contra el Ministerio- dijo Arthur.
Estaban en problemas, y eran graves. Severus le había recomendado a Hermione armar un ejército de magos pero no sabía que efectivamente lo habían armado. Como si no tuviera demasiados problemas eso ya era el colmo.
-Qué?-dijo Minerva.
-Le dije a Harry que arme un ejército para que aprendan todo lo que no iban a aprender pero no me dijo que lo había armado. Esto es grave- respondió el director.
-Grave? Es gravísimo Albus- agregó Severus -Estamos en muy graves problemas porque Potter no dijo que había armado un ejército. El verdadero problema es que somos los directores y debemos saber qué es lo qué pasa siempre, tanto adentro como afuera del colegio poniendo mayor énfasis en las actividades ilícitas porque les recuerdo que Lord Voldemort y sus mortífagos salieron de aquí- terminó el pocionista caminando por todo el salón.
-Pero esto es por el bien de Hogwarts- dijo Minerva sirviéndose agua.
-Minnie es una actividad ilícita ante el Ministerio de Magia, te puedo asegurar que no van a discernir si es una buena acción o mala. Hay que justificarnos y hacerlo bien- contestó Severus -podemos decir que lo sabíamos pero que no era una actividad conspirativa sino que consideramos que la currícula que daba el Ministerio es ineficiente y al escuchar rumores acerca de la vuelta de Lord Voldemort queríamos que los chicos aprendan a protegerse del exterior con la currícula de Hogwarts, que después de todo es absolutamente verdad- terminó Snape.
-Es una buena coartada esa Bobby. Ustedes qué opinan?- dijo Arthur mirando a Albus y a Minerva.
-Es la mejor justificación que podemos dar en esta posición- votó Minerva y Albus asintió.
Severus encendió un cigarro al mismo tiempo que Minerva abría la puerta del despacho del director con un hechizo, provocando que el Trío de Oro caiga al suelo.
-Ronald yo te enseñe que no debes oír conversaciones ajenas- dijo Arthur enojado mirando a su hijo.
-Juro que lo copió de otra persona Arthur- dijo Severus -qué quieren?- preguntó.
-Saber qué sucede- dijo Harry -no quería decirle para no involucrarlos en nada- continuó el azabache.
-Que buenas sus intenciones Potter pero nos metió en un gran problema- dijo Severus después de expulsar el humo de su cigarrillo.
-Si nos preguntan qué debemos decir?- preguntó Ron.
-Están parados ahí desde que llegamos y nos escucharon, ya saben lo que deben decir. Me voy, Arthur dale mis saludos a Molly- dijo encaminandose a la salida.
-Lo haré Bobby- dijo el colorado.

Llegó a su habitación y se despojó del saco y la corbata comenzando a caminar por todo el lugar.

-Maldición- dijo -maldición- repitió -maldición maldición- no podía para de pensar ni un segundo. Su coartada era buena pero sabía que podían haber graves consecuencias, podía hasta perder su título.

-Bobby- dijo Hermione abriendo la puerta de su habitación.

-Por qué demonios no me dijiste que habían armado ese maldito ejército de magos?- dijo viéndola.

-Pensé que te lo habías imaginado- dijo la castaña.

-Granger podré ser muchas cosas pero no soy adivino Granger, ojalá lo fuera- dijo sentándose y tocándose su frente.

-Bobby lo siento- dijo apenada.

-Nos metieron en un grave problema. Sabes lo que eso significa? Puedo perder mis títulos, mi trabajo, ustedes su educación. Solo tenían que decir "Hemos armado un ejército" y eso era todo. Maldita sea- dijo encendiendo un cigarro.

-Ya dije que lo siento, no puedo solucionar nada ahora- dijo Hermione ya enfadada.

-No me eleve el tono de voz Granger porque sabe muy bien que puedo hacer que se quede sin nada- dijo amenazante -a partir de ahora cuente todo lo que nos incumba a nosotros o que nos pueda meter en un gran problema- terminó de decir el pocionista.

-Lo haré señor- dijo la leona y se fue.

Al día siguiente recibieron la obvia visita del Ministerio donde dijeron la estrategia que habían pensado. El Ministro los perdonó porque entendía los motivos por los cuales lo habian hecho. Decidió ir a su habitación a dormir un rato.

-Bobby- apareció la castaña en el umbral de la puerta.

-Hola- dijo doblando su ropa. Todavía estaba un tanto molesto.

-Te quería pedir perdón por no decirte lo del ejército- dijo Hermione.

-En realidad no me molesta el que hayan armado un ejército, me molesta que no me lo hayas dicho aún pasando todo lo que pasamos- dijo sentándose en la cama.

-Lo sé, y por eso me disculpo-agregó la castaña.

-Quiero dormir, me acompañas?- dijo recostándose.

-Quieres que duerma contigo?- preguntó la leona.

-Bueno, si quieres- dijo el pocionista.

-Por supuesto- dijo la Gryffindor acostándose junto a su profesor y apoyando la cabeza en su pecho.

Giros InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora