Mi Querida Profesora (KimNamJoon)

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Todo el día me quedé en mi cama, me arrastraba al baño recargándome en todos lados para no poner peso en mi pie y para cuando no pude soportar más el hambre, tuve que bajar las escaleras sentada en los escalones y quedarme en la planta de abajo todo el resto del día y regresar a mi habitación solo cuando tuve que ir a dormir. Tuve que mandar un mensaje a la escuela informando que no podría presentarme al día siguiente, pero creo que el hombre de enfermería ya le había dicho que me mando a casa por eso, porque no me pidieron explicaciones después de que no se las di, simplemente me dijeron que estaba bien.

Todo ese día, me la pase acostada, en la planta de abajo, donde estaba mas cerca de la cocina y de ese modo no me tendría que mover mucho, bajando y subiendo las escaleras.

Después de mi día de vacaciones todo termino, tuve que darme un baño por la mañana antes de ir a la escuela, solo que esta vez tuve que dejar mis tacones guardados en sus cajas y tuve que sacar mis zapatos bajos, mi ropa de siempre, solo que con zapatos bajos que siendo sincera, no eran mis favoritos.

Llegué a la escuela y comencé con mis clases normales. Incluso, Namjoon, quien no me había molestado en todo el día de ayer, en cuanto llegue me mandó un mensaje.

Lindo auto

Gracias

No es el hombre más cariñoso y romántico del mundo, pero, no me puedo quejar, es mejor que no sea cariñoso ni romántico.

Todo el día fue como los otros, dar clase tras clase, simplemente, a mi ultimo alumno, una chica, tuve que pedirle de favor que me trajera algo de comer de la cafetería. Ella era una chica amable, por lo que de inmediato me dijo que sí y salió a prisa para traerme mi comida. Todo iba bien, hasta que tuve que ir al baño.

Aún me dolía bastante, incluso lo traía vendado, ya no era necesario, pero era preferible que a que se viera lo hinchado que lo tenía.

Me atore mi teléfono en la cintura de mi falda para poder tener las manos libres, bajé las escaleras casi dando saltitos, claro que aquí no me sentaría, me ensuciaría la falda o alguien podría entrar y mirarme de este modo. Casi muero de nuevo, pero todo tranquilo.

Cojeé hasta el baño el cual no estaba cerca, pero pude llegar. Me tomé mi tiempo, salí del baño y volví a caminar pasito a pasito. Pero cuando estaba a punto de llegar al auditorio, escuche escandalo afuera, por lo que mi morbo fue más fuerte que el dolor de mi pie.

Pasito a pasito llegué afuera del edificio, en el jardín. Había un circulo de chicos haciendo ruido y por tener el título de maestra, podía alejarlos a todos para que me dejaran estar hasta adelante.

Había un chico en el suelo, siendo golpeado por... Namjoon.

Me quede en silencio, sin saber qué decir o hacer.

-¡Basta! ¡Basta!

Gritó un profesor haciendo a un lado a los estudiantes mientras dos oficiales lo seguían por detrás. Los dos hombres alejaron a Namjoon del chico que quedo en el suelo con toda la cara llena de sangre.

El pecho de Namjoon subía y bajaba acelerado mientras que miraba con rabia al chico en el suelo, pero su cara cambio cuando me miró, su rostro se relajó y su respiración también.

-Llévenlo a la oficina del rector -dijo el profesor -a los dos

Los policías lo jalaron a él, mientras que el otro chico se levantó él solo del suelo y el profesor lo empujo un poco para que siguiera a los otros.

Namjoon

Los dos oficiales me empujaron de los hombros para que me sentara en la silla delante del escritorio del rector y después el otro idiota.

-¿Quién comenzó? -preguntó el rector sin siquiera mirarnos

-Fue él -dije tranquilo -me tiró mi bebida encima

-¿Es cierto?

-Él se lo busco

-No me interesa quién se lo busco -por fin nos miró -pregunte si era cierto

El otro chico suspiro cansado.

-...Sí

-Dos semanas en la sala de detención

-Pero...

-Nada, en mis instalaciones no tolero la violencia

-Pero él...

-En cuanto a Namjoon -me miró -si no estuvieras inscrito en esa clase de piano, te hubiera suspendido por dos semanas, pero viendo que te interesa algo que no sea destructivo y que tu no iniciaste la pelea, tres días de detención

Pareció que el otro chico quería decir algo, pero él mismo admitió que comenzó la pelea, por lo que no podía decir nada válido ahora.

-Largo, tengo cosas que hacer

Los dos nos levantamos y salimos.

-Esto no se queda así, Namjoon -me amenazó aún estando cerca a la puerta de la oficina

-¿Qué harás? -pregunté despreocupado y me colgué la mochila en el hombro

-Ya veras

-Bueno, cuando se te ocurra algo, me avisas -sonreí, pero eso solo lo hizo molestar mas

Él se fue, pero mi problema no eran sus amenazas de mierda, como si no hubiera recibido amenazas antes. Mi problema ahora era Isabella.

Miré la hora en mi teléfono y aun le faltaban 20 minutos de clase para que fuera mi hora. Tuve que esperar esos 20 minutos.  

Me sentía culpable de que Isabella me hubiera visto romperle la cara a ese idiota, ver sus ojos de terror mirándome, me hicieron sentir una punzada en el corazón. Jamás en mi vida, quiero volver a ver esa mirada de ella, y mucho menos que sea dirigida a mí.

Sabía que estaba en el auditorio, por eso después de haber ido a la enfermería para curar mis nudillos y mi labio, fui a buscarla.

Abrí las puertas del auditorio y la vi a ella en el escenario, sentada en esa mesa con mantel negro que había al fondo.

-Isabella

La llamé antes de subir los escalones al escenario. Ella estaba acomodando algunas partituras y al mirarme, no hizo nada, me ignoró y continuó.

-Yo... solo... quería disculparme

-¿Sobre qué?

-Sobre la pelea... me miraste con terror

-No era terror

-Pero... tu mirada

-No me gusta la sangre -me miró

-¿ah?

-Si pensaste que era miedo, te equivocas, me da asco la sangre de los demás y jamás había visto una pelea, por eso estaba sorprendida, no asustada

Que alivio.

-De todos modos... no me agrada que me hayas visto de ese modo

-¿El niño malo se está disculpado por haberlo visto peleando? -sonrió

-Yo... -bajé la mirada

-Namjoon -la miré cuando me llamó -no me interesa con quién te pelees, en realidad, siendo tú, me preguntaba en qué momento pelearías con alguien, es claro que no te gustan las personas

-¿Piensas que... soy agresivo?

-No... bueno ¿Cómo lo explicó?

Dejó sus codos sobre la mesa y dejó su barbilla sobre el dorso de sus manos.