Caminó unos pocos pasos hasta que se encontró con dos puertas y eligió la de la derecha.
-¿Son dos camerinos? -pregunté
-Uno de chicas y uno de chicos
-¿Y este?
-No sé de quién sea
Se parecía a muchos camerinos a los que había entrado en mis viajes y presentaciones. Era sorprendente que una escuela como está tuviera camerinos como estos, normalmente suelen estar descuidados.
Me dejó sobre uno de los sofás con sumo cuidado, corrió a la puerta para cerrarla y regresó a mí. Arrojó las almohadas al suelo. Me quite los zapatos para poder subir más cómodamente los pies al sofá.
Namjoon parecía desesperado, igual que la última vez, sus manos eran desesperadas y aceleradas.
Deslizo sus manos a mi espalda y encontró el cierre de mi falda, lo bajó velozmente y solo se separó de mis labios para poder deslizarla por mis piernas y tirarla a un lado.
-Me encantas -susurró antes de tomar la orilla de mi blusa y quitármela
Tomé sus mejillas y acerqué su rostro de golpe contra el mío. Empuje del pecho a Namjoon para que ahora él estuviera acostado. Presionaba sus manos en mis muslos y mi trasero.
Tomé la orilla de su camisa y se la quite. Tenía un lindo pecho, por eso me tomé el tiempo de admirarlo.
-Lindo -dije en una sonrisa
Él solo sonrió.
Deslizo su mano entre mi cabello, en mi nuca y atrajo mi rostro al suyo mientras que yo le quitaba los pantalones.
Me gustaba la sensación, la conexión que tenía con él, a pesar de jamás haber estado juntos y de no tener mucho tiempo de conocernos, era como si lo hubiéramos hecho miles de veces antes y me gustaba.
Su voz gruesa, sus manos en todo mi cuerpo, sus movimientos, todo era perfecto y encantador. Incluso mi piel sabía lo bien que me sentía estando con el porque cuando sus dedos acariciaban mis piernas, mis brazos, incluso cuando deslizó un dedo desde el centro de mi pecho, pasando por todo mi abdomen hasta mi abdomen bajo todos mis músculos se tensaron y mi piel se puso de gallina haciendo inevitable soltar algunos ruidos que al parecer a él le resultaron satisfactorios por la sensual sonrisa que puso después de escucharme.
Al final, me dejé caer en su pecho, mientras sentía como respiraba acelerado.
-Fue genial -dijo en una sonrisa
-También estuviste bien
Tenía algo de sudor en la frente y tenía los ojos cerrados.
-¿Bien cómo? -me miró
-¿Cómo que cómo?
-¿Cómo un niño? ¿O como un hombre?
-Namjoon -levanté un poco mi cuerpo -no eres un niño
-Dijiste que lo era
-Estaba molesta, cuando me enojo, digo cosas hirientes que no son ciertas
Estiré mi mano al piso para tomar mi sostén, sin despegar mi pecho de su cuerpo y así me lo puse y después mis bragas, y solo así me pude quitar de encima.
-No pienso que eres un niño, si yo tuviera 40 y tú 20, sí serias un niño, pero la diferencia de edad no es tan mala -tome mi blusa
Él tomó su ropa interior y se la puso, tomó sus pantalones y se los puso, se sentó en el sofá y me miró.
-Dijiste...
-Ya sé lo que dije, pero no era verdad, solo quería que me dejaras tranquila y ya ¿Okey?
-Entiendo, entiendo
Tomó su camisa y la miró por un momento.
-Saldré mañana en la noche con una chica
-¿En serio? -me puse la falda y me levanté para poder subir el cierre
-Me invito a una fiesta
-Eso es genial -me puse los zapatos
-...Si tú llegas a salir con alguien ¿Me lo dirás?
-Nop
-Pero, acabo de decírtelo
-Bueno, yo no te pedí que me mantuvieras informada
-Si llegas a salir con el idiota de mecatrónica ¿Me lo dirás?
-No -miré la hora en mi teléfono -mi próximo alumno llegará en poco tiempo, tengo que irme -le di un beso en la mejilla y me fui
Namjoon
El viernes por la noche me encontré con Caroline, íbamos ir a una fiesta en casa de una amiga suya.
La casa era modesta, pero apropiada para una buena fiesta.
Caroline era una chica linda, era un poco más baja que yo, era sexy, de cabello rojizo, hermosos ojos, hermosos labios, piel clara. Hermosa.
Me estaba divirtiendo, bebiendo y bailando, pero las cosas se volvieron confusas cuando Caroline me llevó a una de las habitaciones de la casa, cerró la puerta y se me lanzo. Nos besamos y caminé de espaldas hasta que choque con la cama y caí sobre ella. Caroline subió y dejó sus piernas a los lados de mi cuerpo.
Dejé que mis manos explotará a su antojo debajo de su vestido, tenía una piel muy suave y un increíble cuerpo con unas impresionantes curvas, pero no entiendo en qué momento... no me gustaba la sensación que tenía al besarla y al sentir sus manos en mi cuerpo. No lo entiendo, pero... es aburrido, no me causan ninguna sensación.
Tuve que cerrar los ojos un momento para concentrarme en ella e intentar sentirme bien, pero fue mala idea. Lo único que conseguí al cerrar los ojos, fue verla a ella.
Abrí los ojos de golpe.
-Espera, espera -la aleje
-¿Qué pasa?
-No puedo hacer esto
La quite de encima y me levanté de la cama.
-¿Qué pasa?
-No me siento bien, tengo que irme
-¿Qué? Pero...
-Nos vemos, Caroline
Abrí la puerta y salí de la habitación.
Bajé las escaleras rápido y fui directo a la cocina para conseguir una bebida refrescante, tal vez con eso me sentiría mejor, pero al terminar mi bebida, solo me sentía más incómodo.
Maldición.
Había pensado en Isabella cuando estaba a punto de hacerlo con una chica.
¿Qué demonios me pasa?
Al final terminé por regresar a casa al no estar disfrutando de la fiesta.
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Mi Querida Profesora (KimNamJoon)
Ficção AdolescenteUna linda profesora de piano que parece tan inocente y eso solo hace más divertido la idea de jugar un poco con ella...