Mi Querida Profesora (KimNamJoon)

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Miré el mensaje y me giré de prisa. 

Un Namjoon sonriente se acercaba a mi mesa desde el otro lado del salón.

-Hola -saludo con una sonrisa cuando llegó a mi mesa

-¿Estabas mirándome desde un principio?

Levantó los hombros y sonrió.

-¿Cómo es que estas aquí?

-Pues, papá es parte de este club y cuando me dijo que vendría, pensé que sería bueno venir

Nos sentamos uno junto al otro y nos tuvimos que acercar un poco más para escucharnos porque la música estaba bastante fuerte.

-¿Viniste solo porque sabias que yo lo haría?

-Sí

Miré su ropa y no pude evitar sonreír. Claro que él no vestiria como todos nosotros.

-Lindo disfraz ¿Qué eres? ¿Del staff? -tomé de mi bebida

-¿Querías que me pusiera una de esas pelucas ridículas y me vistiera ridículo?

-¿Estás diciendo que me veo ridícula?

Sonrió.

-Tu eres imposible que te veas mal

-¿En serio?

Sentí como mi corazón golpeaba con fuerza contra mi pecho.

-Te ves muy hermosa ¿Te imaginas si no hubiera venido? Así como yo te encontré entre todos estos payasos, seguro que alguno de esos chicos, no hubieran tardado en venir y viendo que los aceptarías, me alegra demasiado haber venido

-Solo los aceptaría porque quería bailar -se me quedo mirando -no iba a besarlos o nada de eso

-No dije nada

-Pero lo pensaste

-No es por eso -tomó un bocadillo de mi plato -no quiero que ninguno de ellos te toque o esté cerca de ti

-¿Qué tiene de malo?

Me miró serio.

-No me gusta

-Lo sé -sonreí -solo bromeaba, me gusta hacerte enojar, es divertido 

-ja ja ja

-Bueno, bueno, ya que estas aquí, vamos a bailar ¿Sí? quiero bailar -hice un puchero

-En serio que hago cosas que van en contra de mi imagen solo por ti

-Vamos -suplique

-¿Me darás un beso?

-¿Aquí? -parpadee

-Sí

-No

-¿Por qué no?

También tenía ganas de darle un beso, pero era peligroso que nos vieran en este momento.

-¿Qué piensas? -enarcó una ceja

Miré a todos lados asegurándome de que mis padres no estuvieran cerca y tampoco los suyo, pero no lo estaban, por eso, me incline con rapidez hacia adelante y le di un rápido beso en los labios.

-¿Satisfecho? -pregunté

-No del todo, pero, es mejor que nada

-Ya, vamos, vamos

Lo tomé de la mano y lo arrastre hasta la pista de baile.

Yo sí bailaba, me divertía, pero él simplemente se movía poco, sabía que este no era un lugar donde se sintiera cómodo o mucho menos esta música era la que él quería escuchar, pero, era música bailable y las ganas de moverme me impedían no bailar.

Lo tomaba de las manos y lo hacía moverse un poco, haciéndolo reír.

No esperaba divertirme de este modo cuando me estaba preparando para venir, pero, ahora no me arrepiento de haber venido, esto era demasiado divertido. Espero que él también piense lo mismo.

Namjoon

Ella parecía muy divertida y no diré que yo no, esta música no es lo mío y mucho menos cuando estoy rodeado de personas disfrazadas de payasos y mis padres están cerca, pero, concentrarme solo en ella, era lo que me hacía disfrutar de esta clase de fiestas a las que nunca pensé que vendría y mucho menos que me divertiría.

Wow... yo en una fiesta del club de papá.

Pensé que antes de asistir a una de estas fiestas los cerdos tendrían alas, pero, no, fui primero yo en este lugar.

En serio que esta mujer me ha hecho cambiar sin que yo me diera cuenta. Fui a la semana deportiva de la Universidad, me uní a clases de piano, mejore en mis calificaciones al entrar a mis clases, a mis padres ya no les causo tantos problemas y ahora aquí, todo por ella.

Me estaba concentrando en sus caderas. La falda le quedaba muy bien y aparte de ver como esas tiritas se movían cuando ella lo hacía, me gustaba el modo en que se movía, por lo que no pude evitar levantar mis manos y dejarlas en su cintura.

-No -me tomó las manos y las alejó de ella

-Lo siento -parpadee un par de veces para despertar

Ella solo me sonrió y levantó mi mano para hacerme dar una vuelta y cuando regresé a estar frente a frente, me acerqué a ella, hasta su oído.

-¿Podemos ir a otro lugar? -susurré

-No nos pueden ver juntos -me alejó un poco

-Puedo salir primero, busco un buen lugar y te mando un mensaje

Miró a su alrededor y volvió a mirarme con una sonrisa.

-De acuerdo -suspiró -ve

Le guiñé un ojo y me fui.

Salí de ese salón para caminar por los pasillos en busca de un buen lugar.

Trataba de alejarme lo más posible, cuidándome de los guardias que pasaban por el lugar, pero al final, logré encontrar un buen lugar.

Tomé mi teléfono y le mande un mensaje con las indicaciones de por dónde ir para que pudiera llegar.

Entré a la habitación, era una oficina, parecía que no estaba en uso, porque solo había un escritorio, sin silla, sin nada encima de él, había cajas a los lados, había una ventana con persianas, las paredes eran de color blanco y parecían recién pintadas.

Me quedé sentado en el escritorio hasta que llamaron a la puerta.

Bajé y caminé a la puerta para abrirla. Isabella entró rápido y cerró la puerta detrás de ella mientras dejaba su dedo en sus labios en señal de que guardara silencio.

-¿Qué pasa? -susurré

-Un guardia -sonrió

-¿Tomaste algo antes de venir?

-Solo un vaso más -sonrío al mismo tiempo que levantaba un dedo frente a su cara 

-Pues ese vaso más fue suficiente

Estaba alegre, pero no ebria.