Mi Querida Profesora (KimNamJoon)

37

(4 años después)

-Amor -dijo Namjoon al entrar a la cocina

-¿m?

-Mamá nos quiere ver en el restaurante a las cinco, saldré media hora antes del trabajo ¿Puedes pasar por mí?

-Claro -sonreí

Me dio un beso en los labios y se fue. Yo salí una hora después de él, necesitaba ir con mi representante a cerrar el trato con el dueño de un auditorio en donde me presentaría y agendar algunas fechas próximas en Francia, Holanda y Groenlandia. Todos antes de la boda.

Toda la mañana y parte de la tarde se me fue en eso, por eso salí un poco apresurada de la oficina de mi representante y para cuando llegué al edificio donde Namjoon trabajaba, él ya me estaba esperando afuera.

-Lo siento, lo siento -me disculpe cuando él entró al auto

-No te preocupes -nos dimos un beso de saludo -¿Qué tal las fechas?

-¿Me acompañaras? -sonreí

-Claro que sí

-Te despedirán por eso 

-¿Qué importa? Tus padres me dijeron que me darán trabajo en su empresa con tal de que vaya contigo a tus viajes

-Fue mamá ¿Cierto?

-Ella misma

-Ella siempre quiso que fuera acompañada por alguien cuando viajo

-¿A dónde iremos esta vez?

-Una aquí dentro de dos semanas, dos en Francia, dos en Holanda y tres en Groenlandia, tendremos tiempo para regresar un mes antes de la boda y después -le di una rápida mirada con una sonrisa -de luna de miel a donde tu quieras, ya es tiempo de que elijas a donde quieres viajar

-¿En serio? Porque esruve pensando que me gustaría visitar Tailandia o Japón, tienen unos buenos lugares turísticos 

-O los dos -sonreí

-Me parece perfecto, capitán

-¿Qué tal tu día?

-Pues...

En el camino al restaurante Namjoon me contó el incidente que había pasado en la oficina, no uno trágico o malo, sino uno cómico que él solo vio desde lejos.

Llegamos al restaurante donde su madre nos estaba esperando un poco impaciente por su cara.

-Sentimos llegar tarde -se disculpó Nam

-No importa, vamos, vamos

Entramos al lugar donde una chica nos llevó directo a una habitación donde había mesas, pero solo éramos nosotros.

Era la prueba de comidas que daríamos en nuestra boda.

Era divertido hacer esto porque nos alimentaban con comida deliciosa. Tres opciones de platillos de entrada, tres de plato fuerte, tres postres y tres bebidas diferentes. 

Namjoon y yo fingíamos que escuchábamos al chef cuando nos explicaba los ingredientes y cómo había sido preparado, lo único que nos importaba era el sabor ¿No es eso lo que importa? ¿El sabor?

Al final de la prueba, los tres quedamos muy llenos y decidimos ir a caminar un momento, pero su madre se tenia que ir, así que solo quedamos nosotros dos.

-¿A dónde? -preguntó él en cuanto su madre se fue

-Solo caminemos, siento que, si me caigo, podrías llevarme rodando al auto

Nos tomamos de la mano y comenzamos a caminar por el centro, simplemente perdiendo el tiempo mirando las tiendas y esperando no sentirnos tan llenos.

-¿Deberíamos agregar más cosas a la mesa de regalos? -pregunté

-¿Qué más quieres agregar? Marcaste toda la tienda cuando fuimos, no creo que hayas dejado escapar algo

-Mira eso -señalé un lindo jarrón estilo barroco -es lindo, ese no lo tenemos en la mesa

-Si lo quieres

-Vamos

Lo tomé de la mano para entrar a la tienda, pero él me lo impidió de un tirón.

-¿Qué pasa?

-Mira allá

Miré a donde él estaba mirando y me quede en silencio.

Isaac estaba sentado en una mesa afuera de una cafetería, junto con una chica.

-¿Crees que sea su esposa? -preguntó él

-No, la chica no tiene anillo y él tampoco

-¿Alguna vez se casara?

-Yo digo que no, nunca fue lo suyo desde un principio y dudo mucho que algún día lo sea 

-¿Lo invitamos a la boda? Necesitaremos personas que carguen las cajas del vino y la comida

-Mejor vámonos antes de que nos vea -dije 

-¿Tienes miedo de que nos vea?

-No, pero no quiero que venga hacer alguno de sus shows, comí bien, me siento bien, no quiero enojarme por su culpa

Tiré de su mano para hacerlo entrar a la tienda conmigo.

No soy mala persona, si Isaac logra encontrar a alguien con quien quiera casarse en serio y dejar de ser infiel, me sentiré muy feliz por él.

Por lo menos yo, ya me siento feliz con la vida que tengo y con las personas que están conmigo. 

Miré a mi futuro esposo y no pude evitar sonreír. 

-¿Qué pasa? -preguntó al darse cuenta que lo miraba

-Que te amo tanto -le di un beso en los labios 

-También yo -me dio otro beso