Soulmates (Randall Carpio)

2

Camino por el campus cuando encuentro a Jack atado a un poste con la cara pintada y una aparente resaca.

— La fiesta se te ha ido de las manos— me agaché frente a él

— ¿Puedes ayudarme?

— ¿Qué gano a cambio?

— Que hable bien de ti a Randall, quizás una cita con él.

— Puedo conseguir una por mi misma y no, no me interesa Randall

— Ya, y a mi no me interesa tu hermana— yo alcé mis cejas al escucharle

Los dos empezamos a reír y, finalmente le desaté.

— Te han rechazado, ¿Eh?— me miró sin saber que decía— Escuché a Alyssa hablar por teléfono, te han rechazado de la Orden Hermética de la Rosa Azul

— ¿Cómo sabes...?

— Sé que Alyssa es miembro, sé que me reclutaron, pero pasé de la invitación— me encogí de hombros— No quiero compartir más tiempo con Alyssa.

— ¿Rechazaste la invitación?— asentí— Oh, bueno, gracias por la ayuda y por la información.

— Si necesitas ayuda, aquí estoy— le sonreí antes de seguir mi camino a la biblioteca.

— Hola— Una voz hizo que frenase, yo me giré encontrando una sonrisa— ¿Vas a la biblioteca?

— Ahí iba

— Que te parece si...— rascó su nuca— Estudiamos juntos, pero esta vez en el bar del otro día, para que pueda comer algo.

— Me parece genial

[...(^^)...]

Los dos estudiábamos en silencio, de vez en cuando notaba su mirada en mí, yo le hacía preguntas sobre algunas asignaturas, los dos estudiábamos medicina, solo que él era un año mayor , así que podía responder mis preguntas sin problemas.

También compartíamos un plato de patatas fritas, a pesar de estar en un bar, me gustaba el ambiente.

— Vais a pensar que estoy loco— la voz de Jack y el sillón hundiéndose a mi lado hizo que levantase la vista de mis apuntes.

— Ya lo hacemos— hablamos a la vez

— Ya se qué está matando a todos

— ¿No querrás decir quién?— Randall dejó a un lado su trabajo

— No, sin duda que.

— ¿Te refieres al arma?— pregunté— ¿Qué es?

— Un hombre lobo.

— Una criatura mitológica, que dulce— la forma en que Randall soltó esas palabras me hizo reír.

— Lo he visto, me ha perseguido, también lo he perseguido y debo volver a hacerlo

— ¿En serio me estás pidiendo salir a cazar a un hombre lobo?

— Soy el alcalde de Pueblo Loco y me largo.

— Yo me apunto— hablé llamando la atención de los chicos— Debe ser más interesante que esto— señalé los libros en la mesa.

— Tiene razón, yo me apunto también.

— ¿Y sí me equivoco?