Después de que San cruzara por la puerta, todo se movió demasiado rápido. En un instante, el mismo instante que el otro se aproximó a esa velocidad, cambié los sitios con Yeosang. El puño que había cargado con tanta furia impactó contra la boca de mi estómago, impidiendo que mi respiración habitual pasara por mis pulmones. No pude mantenerme en pie después de aquello, por lo que mis rodillas cayeron al suelo, junto al resto de mi cuerpo. Hacía grandes esfuerzos por recuperar el oxígeno que había escapado de mí, mientras que el mismo que me había pegado, se arrodillaba a mi lado.
— ¡Dios mío, Seonghwa! ¡Lo-lo siento tanto! ¡En serio! ¡Perdóname! — con la misma mano que había propiciado en golpe seco, acariciaba mi pecho. No entendía qué pretendía, pero necesitaba calmarme. Justo cuando fui a cerrar los ojos, el cuerpo de Yeosang a mi otro lado me lo impidió.
— ¿¡Qué mierda crees que estás haciendo!? — el empujón que le había brindado a San fue de tal magnitud, que viajó unos largos metros atrás. Cuando se pudo cerciorar de la distancia ganada, me tendió un vaso con agua, al mismo tiempo que inclinaba mi cuerpo para mantener mi cabeza en alto. No entendía nada de lo que estaba pasando, pero otra vez, los mismos pasos volvieron a estar a mi lado.
— ¡Maldito! ¡Todo eso es tu culpa! ¡Por tu culpa Seonghwa está en el suelo! — la voz de San era mucho más fuerte de lo que normalmente era. Desde el suelo, se veía demasiado amenazante, así que me estaba obligado a levantarme para defender a Yeosang.
Justo en el momento que me iba a erguir del todo, las manos de Yeosang me guiaron hacia el mueble más cercano. Apoyé la espalda unos segundos, aún con la dificultad de respiración, y no pude hacer nada más que observar.
— ¡Fuiste tú quien golpeó a Ghwa! — cuando pudo estar a la misma altura que el contrario, Yeosang volvió a empujarle. Aunque no tenía la intención de alejarse, sino buscar la pelea que estaba exigiendo.
— ¡Ese puñetazo iba para ti, idiota! — justo en el momento que otro puñetazo iba a ser propiciado en su dirección, su cuerpo se dirigió al lado contrario, evitando el golpe. En respuesta, y sin esperar a que recobrara el sentido, Yeosang envío su puño al mismo lugar que había recibido yo el golpe. Sin embargo, antes de poder recibirlo, y en un banal intento de esquivarlo, acabó recibiéndolo en las costillas.
Se pudieron escuchar los quejidos, pero no parecía querer dejarlo en eso. Con rabia, San dio un fuerte pisotón contra el contrario. Aprovechó en el momento que contrajo su cuerpo para darle otro gancho a su barbilla. Y otros quejidos volvieron a escucharse. No sabía qué hacer realmente, tampoco parecía poder intervenir. Ya que los golpes volaban de manera recíproca, comenzando también a aparecer zonas rojizas y moradas.
— Por tu culpa Wooyoung no me habla — San parecía llevar la ventaja en todo eso, dejando que el cuerpo de Yeosang acabara en el suelo. Desde arriba, y con veneno en su mirada, analizaba la imagen que estaba dejando en él. No pudo más, y se posicionó encima suyo, para poder inmovilizarlo y seguir con sus golpizas. Vale, necesitaba frenar aquello cuanto antes.
— ¿De qué hablas, idiota maniático? — con su mano libre, agarró el rostro de San, estampándolo contra el suelo sin mucha fuera, con la intención de hacer cambiar posiciones.
— Tú le hiciste odiarme, tú le llenaste la cabeza de mierda — sin embargo, aquello no perduró por mucho tiempo. Las tornas volvieron a cambiar, dejando a San sobre él.
Ya había sido demasiado, no podía seguir permitiendo que se hicieran daño, y mucho menos en mi local. Con las fuerzas que había logrado reunir y el oxígeno que tanto había extrañado, agarré de los hombros a San. Lo volví a alejar de Yeosang, mientras que este último seguía intentando buscar pelea.
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Créeme - Seongsang
Fiksi Penggemar- ¡Seonghwa! ¡Deja de decir tonterías! - ¡Pero es cierto! - Sé que no es cierto, así que deja de decir cosas vergonzosas... - sus labios formaban un tierno puchero, difícil de ignorar. - ¡Te estoy diciendo la verdad! ¡Me gustas! - mis manos seguía...