¡Yo Sólo Quería Mi Cliché! ©

Capítulo 3

Yo no sé qué fue lo que mi mamá le echó a el desayuno, pero seguramente fue algún ingrediente para que a Jane le fuera como a perro en misa. Todo el día en quedado como tonta frente a Jackson y todo por seguir la trama de mis historias. Pero la culpa la tiene él, porque se cree que es muy muy y no hay nada por encima de él.

En cuanto le dije que no me iba a subir en su cosa, es decir, su motocicleta, se puso su casco, la protección ante todo, se subió y se fue. Así, sin más, sin insistir tantito. Ni siquiera me miró para insistir con la mirada. Nada. Lo único que me dijo fue: Nos vemos en  media hora en la biblioteca central.

Me sentí tan decepcionada. Yo tenía la pequeña ilusión de que me pasara como en mis...no qué va, pero si con este hombre no se puede planear nada de nada.

Como Jackson se fue sin mí y no tengo ningún amigo en estos momentos disponible para que me lleve, me tocó tomar la ruta once, es decir, caminar. Porque ni dinero manejo para emergencias. Hablaré seriamente con mis padres.

Y es que la biblioteca de la ciudad estaba lejos de la escuela y caminando, pues ni se diga.

Me pregunto por qué Jackson es así ¿Será que siempre ha sido así? Pobre de sus amigos. Yo con un amigo así no creo que lo aguantaría. Aunque dicen que la amistad verdadera soporta cualquier cosa.

Yo jamás me había relacionada con él, aunque sí había escuchado hablar a el grupo de porrista sobre él. Recuerdo que en una ocasión, el tercer mejor promedio del instituto intentó mofarse de mí cuando Jackson me quitó el mejor promedio con una diferencia de dos décimas. Incluso en esa ocasión, no me dió ganas de conocerlo. Él se ha mantenido como mejor promedio desde hace un año. Y ahora que lo analizo, no comprendo por qué no lo han puesto junto a mí para representar a la escuela en los concursos de conocimiento. ¿Será que él compra el promedio? No, es absurdo pensarlo, él parece una persona muy capaz. Tal vez no le gustan esas cosas, pero ¿Por qué no le gustarían? Seguramente ha...

—¡Piii! ¡Piii! –el sonido de una bocina me saca de mis pensamientos abruptamente. No veo la necesidad de girarme porque estoy caminando al frente de una autopista, es decir, en el andén.

Ya estoy a quince minutos de mi destino. ¿Por qué no acepté subirme en esa motocicleta? Qué idiotez la mía.

Pero lo bueno es que hago ejercicio, forzoso, pero ejercicio a fin de cuentas.

—¡Piii! ¡Piii! ¡Piii! –vuelve el mismo sonido, esta vez, más insistente, por lo que en esta ocasión sí me giro a ver quién es. Pero a mitad de el giro me sobre salto a ver la cara de la persona que está, prácticamente, a mi lado.

—Sé que soy guapo, pero no pensé que taan guapo como para sorprender a las personas. –se jactó. ¿Habrá necesidad?

—Sí claro, eres muuuy guapo. –ironicé. Y la verdad es que Jackson no es taan guapo. Ojos claros, no tiene, labios carnosos, tampoco, cuerpo de futbolistas, menos. Él no es tan guapo como cree, pero Jackson no está listo para esta conversación. —Más bien dime qué necesitas. Yo te hacía en la biblioteca a esta hora.

—Hacías bien. –afirmó él.

—No me digas que te dió remordimiento dejarme ir sola caminando hasta la biblioteca y decidiste regresar e insistirme para que me suba a tu motocicleta. –dije con burla. Él, por su parte, me dió una sonrisa de lado.

—Me gusta tu sentido del humor, pero estás mal, muy mal a decir verdad. –me crucé de brazos a esperar que dijera lo que quería decir. Debo admitir que tenía la leve esperanza de que él se hubiera regresado por lo que manifesté anteriormente. Pero es Jackson, aplasta esperanzas le dicen. —Regresé porque en el camino me encontré con tu querida madre, nótese el sarcasmo, déjame decirte, y dijo que tenía que regresar por ti porque no tenías dinero para tomar un taxi o un bus para llegar a la biblioteca y las calles hacia allá eran peligrosas para una niña como tú. Además me amenazó diciendo que si no lo hacía me haría meter en problemas por algo que a ti no te interesa saber. –explicó lo "más de amable el muchacho". Es que enserio, ¿No puede ser un poquito educado? Pareciera que no sabe qué es la empatía.