Capítulo 7

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—Eche de todas menos piña. –le dije al señor de los Hot Dogs. Este pintó una sonrisita en su rostro mientras hacia la salsa a un lado.

Luego de las clases Jackson y yo fuimos a hacer la encuesta al parque y luego de terminar de hacerla él me invitó a comer unos Hot Dogs para tratarnos un poco más y pues obvio que acepté.

—A mí igual. –pidió Jackson a mi lado.

Una vez pagamos, o bueno, Jackson pagó nos fuimos a buscar las bebidas. Cosa que no fue díficil pues estábamos en un parque y es fácil encontrar personas vendiendo refresco o gaseosas. Debo admitir que por un momento quise dejar que Jackson pagara todo así como en los libros que me leía pero no apoyo el machismo.

La hipocresía.

Pero no hubo necesidad de ni siquiera pensar en si me tocaba pagar a mí o no porque en cuanto llegamos hasta donde estaba el señor de las bebidas Jackson me hizo una seña de Paga tú. Y aunque sé que no hay nada de malo en eso, me ilusionó la idea de que pasara como en las historias. Pero weeno.

Tacaña.

Al final Compramos dos Coca-Cola Lite y luego nos pusimos a buscar un lugar para sentarnos donde no hubiera tanta gente. Y eso sí que fue díficil porque nos queríamos sentar en la sombra y esos lugares estaban ocupados.

Cuando noté que habíamos dado vuelta y estábamos en el mismo lugar en el que habíamos iniciado nuestra búsqueda, es decir, al lado del señor de las bebidas cerca a unas bancas donde se encontraban lo que aparentemente eran unas amigas y a la diestra de unos arbustos en los cuales se escuchaban a unos niños jugar detrás de ellos.

—Creo que nos tocará quedarnos parados o sentarnos en cualquier lado. –dije rindiéndome. Ya no sabía en qué otro lugar podíamos sentarnos y no me quedaría a aguaitar a que un puesto quedara vacío para poder ocuparlo, eso sí que no.

—Tengo el lugar perfecto. –dijo Jackson de repente y más que ponerme feliz me sentí extrañada porque no veía lugar libre. O sea, fue una mezcla de ambas porque usó dos palabras claves que me encantan: Lugar y Perfecto —Ven, sígueme. –dijo él haciéndome un movimiento con su cabeza para que lo siguiera. Yo lo seguí, claro que lo seguí, pero cuando noté que se dirigía hacia los arbustos detuve mis pasos. Así que cuando Jackson ya iba a entrar en esas plantas hablé.

—Eh ¿Jackson? –él se detuvo con medio cuerpo cuerpo fuera y se giró a mí con el ceño fruncido. —¿El "lugar perfecto" es detrás de los arbustos? Porque a mí parecer no lo es. –le dije y no pude evitar sentir algo de decepción. Sé que soy muy ilusa y todo pero ya me había armado muchos escenarios del lugar perfecto. Incluso había recordado aquella historia que leí que se llama "Amor Invernal" donde la chica lleva al chico a un lugar, que en mi opinión, era mágico, como último intento de recuperar su amor. Esa historia la llevo en el corazón.

—¿Vas a venir sí o no? –cuestionó Jackson con fastidio. Y debo decir que su tono sí me decepcionó un poco porque pensé o me hice a la idea de que ya habíamos dejado eso atrás. Aunque en ciertas ocasiones cuando estábamos haciendo el trabajo de historia él usó ese tono. Y aunque quiera tolerarlo se me hace díficil porque conmigo no va el Él es así. Sin embargo, seguí su camino con la idea de que si era un lugar feo e incómodo me iría y lo dejaría solo.

Pasamos los arbustos y, como dije anteriormente, habían niños jugando. Unos estaban sentados con volquetas de juguetes y otros estaban jugando a lo que parecía ser la familia o también conocido como el papá y la mamá. Yo sonreí por lo tierno que se veían. Cuando yo jugaba eso siempre era la hija.

¡Yo Sólo Quería Mi Cliché! © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora