V. Todo mi amor

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Entorno: 1940

-Eres un héroe, Steve-.Tus labios rojos pintados se convirtieron en una sonrisa, una sonrisa real que solo usabas alrededor de Steve Rogers.

-No diría eso. Solo estoy tratando de hacer lo correcto-.Steve dijo tímidamente, mirando sus zapatos.

-Mírame-,sonreíste aún más ante su sonrojo, tomando su mano entre las tuyas, -eres mi héroe-.

-Qué romántico-,intervino Bucky, callándolos a los dos mientras los abrazaba. -Sabes, (T/ N), no creo que Steve sea tu tipo. Quiero decir-.sonrió, alejándose del abrazo, -Creo que necesitas un poco de peligro en tu vida ...-.

Te reíste, rodando los ojos hacia el hombre, su cabello castaño peinado hacia atrás. Bucky era guapo, muy guapo, pero Steve era Steve. Él era único en su clase. Irreemplazable, incluso.

-¿En serio, Buck? Solías tratar de acosarme con damas todo el tiempo y ahora me las estás quitando-.Steve protestó, sin embargo, su sonrisa vaciló al darse cuenta de que indirectamente se refería a ti como una dama. Siempre odiaste eso.

-Parece que no soy el problema por una vez-.Bucky sonrió, burlándose de su amigo por su falta de conocimiento cuando hablaba con mujeres.

Tú y Steve habían estado juntos durante un año, pero él todavía actuaba con timidez. Descubriste que era solo parte de su personalidad, pero cuando eran solo ustedes dos, él era muy abierto y divertido, incluso.

-Steven Grant-.fingiste jadeando, tratando de no reírte.-No puedo creer que te refieras a mí como una dama. Pensé que era más importante para ti-.Pones un puchero, solo esperando que el hombre de ojos azules se derrita.

-¡No lo dije en serio de esa manera, honesto!-.Las cejas de Steve se bajaron, sus manos frotaban los lados de tus brazos hacia arriba y hacia abajo.

-Steve, estoy bromeando contigo-.Te echaste a reír al ver que su rostro se ponía rojo.

Cuando Steve piensa que te has molestado, actúa como si fuera el fin del mundo. Cada vez.

-Bueno, chicos, mejor me voy. Tengo una chica esperándome en la pista de baile-.Bucky te guiñó un ojo y se dirigió hacia una chica con el pelo rubio y rizado.

Rodaste los ojos hacia él cuando se separó, dejándote a ti y a Steve solos de nuevo.

-(T/ N), ¿puedo llevarte a algún lado?-. Steve preguntó, sus manos bajando por tus brazos y sosteniendo tus manos.

-¿No fue por eso que vinimos aquí?-. Preguntaste , refiriéndote a la barra.

No habías venido a tomar algo, solo para bailar y ver a Bucky mientras estuvo en casa durante unas semanas. Steve volvería pronto a la guerra y no podías soportar verlo ir de nuevo.

-Quiero decir en otro lugar ... en algún lugar especial-. Él te sonrió.

-Está bien-, asentiste, llevándolo fuera del bar.

Te abriste paso entre la multitud y finalmente saliste por la puerta y saliste a las calles de la ciudad de Nueva York.

-¿A donde?-.Preguntaste, apretando su mano.

-Sígueme-.Steve te arrastró.

Pasaste a mucha gente, lo cual no fue sorprendente ya que era un viernes por la noche. Sin embargo, siempre se podía saber quiénes eran los locales y los turistas. A veces te preguntabas qué pensaban las personas de ti y Steve juntos, de la mano. Siempre pensaste que Steve era demasiado bueno para ti.

-Aquí estamos-,Steve sonrió, deteniéndose enfrente de su restaurante favorito.

Levantaste una ceja, inclinando la cabeza mientras mirabas la señal gastada del restaurante.

-Pensé que querías ir a "un lugar especial", Steve-.Te reíste, bastante confundida acerca de cómo un restaurante promedio en la esquina de la calle podría ser especial.

-Este es mi restaurante favorito-.Steve miró por encima del hombro la señal y luego otra vez hacia ti.

-Bueno, sé que lo es, pero—

-Y-, Steve sonrió, -eres mi persona favorita. Cualquier lugar al que vamos es especial para mí, siempre y cuando estés allí-.

Eso fue todo; casi sentiste que tu corazón latía directamente desde tu pecho. Bucky siempre molestaba a Steve por no saber las cosas correctas para decirte, pero esto habría demostrado que estaba equivocado a lo grande.

-Te amo, Steve-.Sonreíste, poniéndote de puntillas mientras él te atrapaba en un beso.

Te había llevado un año decirlo, pero lo sabías desde el principio.

Las manos de Steve apretaron la parte baja de tu cintura mientras se alejaba, formando una sonrisa en su propia cara.

-Tienes todo mi amor, cariño. No importa cuán lejos estemos, siempre tendrás mi corazón-.Steve te susurró, todo el mundo se paró a tu alrededor.

Y Steve tenía razón. Tuviste su corazón. . .

incluso casi setenta años después, cuando lo sacaron del hielo, fuiste la primera persona en la que pensó cuando despertó, y hasta el día de hoy, eres la última persona en la que piensa antes de quedarse dormido.

Steve Rogers One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora