Capítulo 1.

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Éramos amigos. Sí, éramos en pasado, todo todo porque yo lo acababa de aruinar. O eso pensaba, hasta que él me correspondió.

Me llamo Mikasa Ackerman, tengo veinticinco años y soy la sucesora de mi padre en la empresas multi millonarias del clan Ackerman.

Tengo un ex mejor amigo, Levi Ackerman. ¿Cómo lo conocí? Bueno, él es perteneciente al clan, es cinco años mayor que yo y nos vimos por primera vez cuando éramos niños en las reuniones que se realizaban en la gran mansión del bisabuelo Patrick Ackerman, líder del clan.

Levi, el niño de mirada intimidante y expresión seria, no se hizo mi amigo tan fácilmente. Costó bastante para que entabláramos una conversación decente. Aun recuerdo como si fuese ayer el momento en nos presentamos.

―Hola. Me llamo Mikasa ―le dije, estirando de pequeña mano a modo de saludo.

―Levi ―me contestó él―. Eres fea, te llamaré mocosa ―tras sus palabras, se dio media vuelta y me dejó sola.

Desde ese instante, nació una linda y rara amistad.

Cada año, por dos meses, Levi llegaba a la mansión con su madre y tío. Dos meses que pasábamos juntos, compartiendo nuestro tiempo en la biblioteca, en salidas al cine, tardes en el jardín, hablando de cualquier tema que se nos ocurriese.

Hasta que un año de tantos, cuando Levi tenía quince años, llegó solo y para quedarse. A mis corta edad me explicaron que su madre Kuchel y tío Kenny murieron en un accidente automovilístico.

De esa forma pasaron los años hasta que Levi se volvió a marchar para ir a la universidad. Fue tan triste para mi.

―Mocosa, no llores. Vendré cada navidad a estar contigo.

Esa fue la promesa que no dejó de cumplir hasta que se graduó y regresó a vivir a la mansión. Aunque por poco tiempo, pues se independizó, comprando su propio departamento.

Levi era mi amigo. Cada navidad, nos reuníamos en la mansión Ackerman a compartir nuestra amistad y, claro, celebrábamos su natalicio.

Todo era perfecto, solo los dos, hasta que apareció ella. Todo cambió por ella. En una navidad, Levi llevó consigo a una chica. ¿Por qué nunca me di cuenta? Yo pasaba con él mucho tiempo y ni siquiera me lo dijo, se suponía que era su amiga. Sentí odio al verlo a él, a ella. Sentí odio cuando la presentó como su novia.

Petra Ral, una chica de mirada tierna y siempre sonriente. Una sonrisa que me provocaba molestia. ¿Cómo podía sonreír tanto? Esa noche que llevó a Petra a la mansión para presentarla, no podía creerlo. Y lo que menos podía creer es cómo Levi dejaba que ella lo tocara, le tomara la mano. ¿Y lo peor? Fue ver con mis propios ojos el beso que Petra le dio como regalo de cumpleaños. Ese maldito beso que le dio hizo que una ira recorriera mis venas. Sin embargo, me contuve porque Levi era mi amigo. Solo mi amigo.

Durante tres años, durante tres navidades, soporté la presencia de Petra en la mansión. Según Levi, me comportaba extraña con él. ¿Cómo esperaba que yo tuviera otro comportamiento si cada vez que Petra lo tocaba me daban náuseas?

La próxima navidad fue mi punto quiebre, durante el festejo del cumpleaños número treinta de Levi. Petra se miraba más contenta de lo normal y eso no me gustaba nada. Tuve mal presentimiento desde que ingresé a la mansión y la vi a ella con una sonrisa enorme. Y claro que mis sospechas se hicieron realidad.

Durante la cena, Levi llamó la atención de todos los presentes del clan. Se levantó y tomó la mano de Petra, halándola suavemente para que se levantara junto a él.

―Petra y yo llevamos tres años juntos. Hoy quiero anunciarles nuestra decisión de comenzar un noviazgo formal... ―empezó.

Ella sonrió y mi mundo se vino abajo. Me levanté de la mesa con disimulo y salí rumbo al jardín. Quería estar sola. No me importó la nieve, ni el frío. Yo solo necesitaba estar lejos de todos y de todo.

¿Cuándo cambiaron mis sentimientos por Levi? No lo sabía. Solo estaba al tanto de que, cada tiempo que pasábamos juntos, era una gota de agua que alimentaba la semilla del amor que sentía por él. ¡Oh! Tal vez sí lo sabía. Fue en el momento en que apareció Petra Ral. Justo ahí me di cuenta de que lo amaba más, no solo como amigo.

No sentía mi rostro por el frio que hacía en el jardín, no sentía las lagrimas que caían. Tan solo sentía el dolor en mi pecho. ¿Por qué Levi nunca se fijó en mi como una mujer? ¿Por qué nunca se dio cuenta de mis sentimientos por él? Estaba sumida en mis pensamientos, cuando sentí un tirón en la mano.

― ¿Qué te pasa, mocosa? ¿Por qué lloras? Dime ―sus ojos azul naval me contemplaban curiosos y preocupados.

―Te amo ―logré confesar ente lagrimas e hipo―. Te amo tanto. Y no quiero arruinar nuestra amistad, por eso me alejo de ti ―no podía controlar mis emociones―. Vete con Petra, es a ella a quien amas.

Nos miramos por un largo tiempo y lo único que sentí fueron sus manos en mi rostro, limpiando mis lagrimas. Lo que pasó a continuación, no lo vi venir. En un movimiento rápido, me jaló hacia él y me besó. Le correspondí sin dudarlo, lo besé con ímpetu porque lo amaba tanto. Y descubrí con ese beso que él también me amaba.

Por falta de aire nos sepamos, pero no rompimos el contacto. Nos abrazamos tan fuerte como pudimos hasta que me separó de él, tomando mis hombros.

―Te amo, Mikasa ―confesó, mirándome serio a los ojos―. Y no me importa arruinar nuestra amistad. No necesito a nadie más, eres perfecta para mí.

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Espero que el capítulo 1 les haya gustado. Esta historia contará de 12 capítulos que iré subiendo en el transcurso del día. ¡Gracias por leer!

¿Simplemente amigos? (RivaMika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora