Capítulo 7.

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Elegir un bañador no fue problema. Siempre elegía uno negro de dos piezas que, en la parte de arriba, hacía acentuar mis pechos, algo que seguramente a Eren le gustaría ver ―nada más ver―. En mi bolso me dispuse a guardar todo lo necesario: una toalla, cambio de ropa y claro protector solar. Ya listo todo, salí de mi habitación hacia la planta baja donde Eren me esperaba en la sala.

― ¿Lista? ―preguntó él al momento de mirarme.

―Lista ―dije sin muchas ganas pues algo me decía que era mala idea ir a esa fiesta.

Me acerqué a Eren y le di un beso en los labios.

Iríamos en su carro y, mientras él conducía teníamos una amena plática sobre el clima, de lo lindo del día para la fiesta. Eren es así: alegre, hablador, optimista, extrovertido. Y algo que no me explicaba es que ahora admiraba a Levi, cuando solo lo había visto tres veces en el año que llevamos de relación. Para colmo, Levi lo trató con indiferencia e ignorando su presencia a niveles descomunales. No entendía esa hostilidad, pero iba a preguntárselo si durante la fiesta su actitud era la misma.

Cuando llegamos a la mansión, había muchos carros aparcados en la entrada. Eren dejó el suyo en un espacio vacío cerca de la entrada y nos bajamos del para entrar a la propiedad.

En la sala estaba el bisabuelo Patrick, muy alegre. En la misión eran muy raras las fiestas y, seguramente, debía sentirse solo desde que Levi se fue a vivir a otra parte.

―Hola, Patrick ―saludé con una sonrisa que fue devuelta inmediatamente

―Hola, Mikasa, qué gusto verte ―dijo contento―. La fiesta ya comenzó y estoy feliz de que te unas ―notando que no estaba sola, agregó―. Veo que vienes con tu novio. Soy viejo, pero no te he olvidado desde la última vez que te vi hace casi tres meses.

―Hola, señor Patrick ―habló Eren―. Gusto en verlo.

―Bueno, bueno, dejo esto para después. Pasen a disfrutar de la piscina y el sol ―indicó en dirección al patio.

Eren y yo salimos hacia el exterior donde estaba ubicada la piscina y se llevaba a cabo la fiesta. Lo primero que pude ver fueron dos parrillas con mucha comida asándose, la música era buena con un DJ a cargo y muchos meseros atendiendo a los invitados. Por la decoración, me di cuenta al instante de quién estaba a cargo de organizar todo. Su nombre vino al mismo tiempo que nos saludaba.

― ¡Hola, Mikasa! ¡Hola, Eren! ―saludó Petra y habló como si esa fuera su casa―. Me alegra que vinieran. Pasen y disfruten.

―Gracias, Petra ―contestó Eren mientras yo arrugaba el entrecejo y miraba a Levi a la distancia conversando con un grupo de invitados.

¿Para qué negarlo? La fiesta estuvo muy alegre. Después del almuerzo, se armó un juego de voleibod. Hombres contra mujeres. El juego quedó en un empate.

Cayendo la noche, algunos invitados comenzaron a retirarse y solo quedamos las personas más cercanas a Levi. Solo habían cuatro personas que parecían ser amigos de Petra. También estaba el señor Smith, acompañado por una castaña de lentes muy estusiasts que parecía ser su novia o esposa. Lo que sea, no me interesaba.

Yo estaba sentada, mientras observaba cómo armaban un último juego al que Eeen se incluyó. Levi no quiso, alegando que ya se había cambiado el bañador por ropa limpia.

Con algo de aburrimiento y sed, me levanté de mi silla para ir a la cocina y buscar algo helado para beber. Al llegar, me encaminé directo al refrigerador, lo abrí y saqué una botella de agua. Mientras bebía el preciado liquido, alguien se dirigió a mí.

¿Simplemente amigos? (RivaMika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora