El hombre de las mil caras (2016)

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El hombre de las mil caras (2016)

Nathaniel no estaba cuando desperté, y eso me puso de los nervios. Revisé por toda la habitación pero no lo encontré, ni si quiera estaba en la suya.

Bajé a toda velocidad las escaleras y suspiré aliviada al verlo desayunar en el comedor junto a Annie. Más tranquila me acerqué y le di un beso en la cabeza a mi hermana para luego sentarme en mi sitio habitual.

-Buenos días- dije mientras me preparaba una tostada de mermelada.

-¿Por qué estás en pijama?- preguntó Annie- siempre sales con el uniforme. ¿No vas a clase? ¿Estás enferma?

Le sonreí.

-No amor. Solo...- miré de reojo a Nathaniel- estoy en otras cosas.

-¿Es por Dereck?

Alcé una ceja.

-Se lo conté ahora mismo- explicó Nathaniel- que estaba malo y que le estaban cuidando en el hospital.

Annie asintió.

-Nathaniel me dijo que pronto iríamos a verlo.

-Claro- sonreí- pero mientras Dereck no está todos tenemos que ayudar, y comportarnos. Para que esté impecable cuando vuelva, ¿vale colega?

Ella sonrió emocionada.

-¿Cómo cuando mamá volvía del hospital? Estaba siempre tan feliz.

-Exactamente.

En cuanto acabé el desayuno subí a ponerme el uniforme. Nathaniel entró recién empezaba a colocar las cosas de clase en mi mochila.

-Sé que te asusté perdona- murmuró- me desperté antes y sentí que tenía que hablarlo con Annie. Merece también saber que su padre adoptivo está en el hospital.

-Sin problemas- me acerqué a él y le puse una mano en el hombro- ¿cómo te encuentras hoy?

Se encogió de hombros.

-Angustiado, enfadado por no poder hacer nada, impotente...- suspiró- aunque menos que ayer, Sean ya llegó al hospital y me está mandando mensajes continuamente.

-Cualquier cosa estoy aquí- le guiñé un ojo.

-Y nunca podré pagarte por todo lo que haces- me acarició la mejilla y sentí como mi corazón comenzaba a latir más rápido.

Annie entró dando saltos a la habitación.

-¡Vamos! ¡Qué llegamos tarde!

Ambos nos sonreímos antes de bajar hacia el garaje. Nathaniel me pasó las llaves de su coche como lo había hecho la noche anterior. Sonreí entusiasma ante la perspectiva de conducir de nuevo. Annie por su parte no estaba tan contenta.

-Pero Dereck dice que no tienes carnet- se quejó.

-Siempre te he llevado a todos los lados- le enseñé la lengua- y no habías quejado.

-¡No sabía que estabas cometiendo un delito!

-Ahora no lo hace- intervino Nathaniel, sacando un tarjeta de su cartera- este es un permiso de conducir para nuestra ciudad. Aquí ya es legal que conduzca- me lo pasó y me quedé mirándolo.

-¿Cómo lo has conseguido?

-Lo pedí hace unas semanas- se encogió de hombros- y llegó antes de ayer.

Le dio un enorme abrazó y susurré.

-Gracias.

Nos subimos al coche y llevé tranquilamente a Annie a su escuela. Iba a una velocidad bastante baja, sabía que ninguno teníamos prisa por llegar así que me tomé mi tiempo. Cogí el camino más largo y di varias vueltas alegando que me había equivocado.

Atracción FatalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora