Atracción Fatal

La invasión de los ultracuerpos (1978)

La invasión de los ultracuerpos (1978):

Pov Sean:

Esta casa se había convertido en un maldito infierno. Y yo no sabía cómo Nathaniel ni papá podían aguantar tanto tiempo dentro, cuando estaba claro que querían despellejarse mutuamente.

Era una suerte que la pobre Annie fuera cada tarde junto a Emily.

Ay azucarito, la falta que nos haces aquí dentro. No sólo porque Nathaniel parece un muerto viviente excepto en las contadas ocasiones en las que discute con papá u oye tu nombre. También por Dereck, eras la persona que lo inspiraba a ser mejor pero ahora está demasiado centrado en su enfado como para darse cuenta de lo que ocurre.

Y luego estoy yo, el fiestero que parece que pasa de todo.

No es verdad.

Yo también sufro con toda esta situación, mi hermano parece más muerto que vivo y no puedo hacer nada. Y me estoy alejando poco a poco de mi padre, porque no puedo entender como está permitiendo que ocurra esto.

La echo de menos.

Emily era un soplo de aire fresco en esta casa, no solo por el bien que hacía a mi familia sino por mí. Nunca había tenido una mejor amiga hasta que llegó ella, y eso que en un principio quise ligármela. Fue un golpe de suerte que el tonto de Nath me amenazara nada más verme junto a ella.

Una persona normal, ante todo esto, se refugiaría en la universidad.

Yo no era precisamente normal.

No podía quedarme quieto sabiendo cómo estaban las cosas, así que venía con mucha más frecuencia de la que me gustaría.

Por eso me encontraba sentado en el salón viendo programas basuras en la televisión, mientras a través del móvil hablaba con Emily para quejarme de las idioteces que hacían. ¿Ven? Estas cosas no las podía hacer con otra gente, ella entendía mi odio/amor hacia estos programas.

Nathaniel bajó a toda velocidad las escaleras.

-¿A dónde vas?- pregunté suspicaz.

Se giró lentamente y me miró culpable.

Desde que Emily había hecho su regreso triunfal Nath no había dejado de acosarla. Le compraba flores y bombones, le dedicaba canciones en la radio del instituto incluso le escribió un poema y se lo dejó en el buzón de su casa.

Si la situación fuera otra no habría parado de burlarme de él.

En realidad sí que lo hacía, aunque en menor medida.

Notaba la desesperación de Nathaniel, querer a una persona que no te hace caso es muy duro. Pero es todavía peor cuando sabes que la otra persona si te corresponde, y aun así no podéis estar juntos. Lo sentía por ellos. Había llegado a pensar que Emily sería una Clarke, y nos convertiríamos en los súper cuñados.

-Iba a ver a Emily.

Suspiré.

-Sabes que no te va a abrir la puerta- me crucé de brazos- nunca lo hace.

-Puede que ahora sí- dijo serio- sino lo intento nunca lo sabré. Va a cambiar de idea Sean, sé que es cabezota pero yo lo soy más. Dentro de unos días volveremos juntos.

Lo decía con un brillo en los ojos que me partía el alma.

Nunca lo reconocería pero me sentía orgulloso de él. Estaba luchando por lo que quería y no se rendía, no creía que yo fuera capaz de tal cosa. Había dejado atrás todos sus problemas, más bien los había superado, para poder entenderse a sí mismo y querer a alguien.