Capítulo Ocho

532 26 2
                                    

Narra Ethan.

No soy celoso, Jass trabaja con un montón de hombres a diario y hablamos de esto en varias ocasiones, me sentía orgulloso del carácter y actitud que tenía en la consulta, verla con otro hombre, desnuda, en su casa y en plena sala de estar es otra cosa, se que no me engañaría pero quería de verdad matarlo, extrañamente espere, me quede viéndola porque una parte de mi no podía creer lo hermosa que es, esa parte me dijo que debía escucharla, confianza, de eso se trata, ella confió en mi, mi promesa de volver, yo no podía corresponderla con algo diferente a eso. 

El tal Marcel es gay, me alegro escuchar eso, no lo de que fuera su primo, como hombre sabía que eso no detenía a ninguno de realizar algún movimiento.  

Mi sentido de territorialidad fue el que hizo cargo de la situación una vez aclarada la extraña escena, no tuve tiempo de sentirme un imbécil por como estuve a punto de reaccionar o mi tan grosera "presentación", definitivamente no estaba haciendo las mejores con su familia. 

En la cama, Jass se rió sin dejar de mirar el cielo de la casa, sumida en esa burbuja de felicidad post orgasmo así que no le conté las tantas complicaciones que me abrumaban ¿quién soy yo para arruinarle ese pequeño momento? No podía olvidar las ojeras bajo sus ojos, la falta de peso de su cuerpo, la indecisión en su tono, si es posible evitar sacar el tema hasta el último minuto lo haría. 

Me aferre sin mucha fuerza a su mano, la piel hormigueando, el calor de su piel desnuda, me tenía presente cuanto la eche de menos y que no importaba cuanto quisiera quedarme ahí, solo los dos, un mundo afuera nos espera y no se detiene. 

―Será mejor que salgas. 

Se volteo a mirarme. 

―¿Qué?

―Si, debo vestirme. 

―Nooo. 

Tire de su mano y la pegue a mi, soltó un grito/risa de la impresión que rápidamente fue ahogado por mis labios, la bese procurando que cuando me alejara sintiera el vacío de mi boca, como si le faltara una parte, algo parecido a lo que sentía si no la veía, aproveche su guardia baja y lleve mi mano a su cuello, me quede ahí donde percibía la vibración del palpitar de su agitado corazón. 

―Ethan. ―Se quejo―. Vete, hay alguien allá abajo que te esta esperando. 

―Tu primo puede esperar. 

―No hablo de él. 

Me aparte, solo un poco, para mirar su cara, note su pelo por todas partes y los labios enrojecidos, me cautive con la sonrisa que me dedicaba. 

―Anda, ve, prometo que no tardare. 

―Lo que yo planeo tampoco tardara mucho ―Moví mis cejas sugestivamente. 

―Mentiroso. ―Me golpeo en el hombro y se aparto―. Ahora ve allá, Ethan Price. 

―Si, señora. 

Solía molestarme que me llamaran por mi nombre y  mi apellido, la gente lo hacía con la intención de hacerme sentir culpable, con Jass, soy yo y ya. 

Salí de la habitación y antes de bajar me acomode, si, eso que dije de las erecciones es verdad. 

Jass no dejaba al azar hacer lo suyo, esa persona esperando no era una sino varias, Rose, Andrew, Pepe y Albert estaban en la cocina con varias bolsas, sacando comida, aderezos, jugo y cosas así. 

―¿Hola?

Me sorprendió Andrew casi tancleándome, francamente me sacaba de quicio la mitad del tiempo, aun así le correspondí el abrazo, no admitiría que lo eche de menos. 

Lento En El Pavimento (DCEM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora