Narra Ethan.
Tan ajena a mi.
Fría.
Lo que hice fue tomar a una hermosa, inteligente y apasionada mujer y arruinarla, la rompí y la convertí en la vacía persona que frente a mis ojos se desmoronaba, lágrima tras lágrima sufrí, no me lo merecía pero compartí su dolor.
Me dolía saber que no vería esa cara iluminarse al verme.
Me dolía ver el temblor en sus hombros.
Me dolía sentir el titubeo en su persona al notar mi cercanía.
Por sobre ello me dolía ese nosotros que se iba derrumbando poco a poco en ese mismo instante.
Me equivoque, si bien la rompí fue ese día en que arruine a dos personas, a la dulce Jass... Y al feliz Ethan.
Hice la única cosa que mi temerosa mente impulso: la besé, delicadamente levante su cabeza con ambas manos en su mandíbula y la guíe hacia mi, no se resistió y no me respondió, entonces me volví desesperado, me aferre y luche por traerla al momento, use mi lengua y la obligue a abrir su boca, a que reaccionara y me siguiera, la deslice contra la suya y cerré con alivio los ojos cuando se movió, me beso tan desesperada y necesitada, ame y odie cada segundo.
Me aparte por aire y tirando de las solapas de mi traje me pego a su cuerpo, me mordió y chupo, haciendo estremecerme por completo, gemí y camine sin soltarla, a ciegas chocamos con el mesón de la cocina y de la sorpresa jadeamos, no espero a que lo pensara dos veces, fue y se subió, en el borde abrió sus piernas y me rodeo, ingle con ingle el beso continuo y la expectación fue en aumento.
−Debemos...
Y ahí rompió en llanto.
Un pequeño y ahogado grito me sobresalto, incluso con el miedo a que me rechazara no la solté.
Una lágrima cayo por mi mejilla y no tuve que levantar la vista para ver que quien lloraba era yo.
−Perdón.
−¿Ethan?
−¿Si?
−No te odio− susurro−. En realidad me duele. −Se seco una lágrima solitaria y cerro los ojos−. Es que... No entiendo.
−¿Quieres que te di...?
−No estoy lista, necesito... Ve a tomar una ducha y cámbiate de ropa, vuelve cuando termines.
−Pero...
−Se lo que dije hace un rato, por favor.
Estaba fuera de mi, entre la sorpresa y la confusión.
No tuve la fuerza para discutir, hice lo que me pidió, la ayude a ponerse de pie, sostuve su mano y en la entrada de la casa bese su frente, ella no me vio a los ojos, por otro lado ya no lloraba, no hizo que el bulto en mi garganta se aliviara, solo me dio la engañosa sensación de calma.
Marcel estaba fumando sentado en la vereda y al verme salir lo apago.
−No atrevas a decir algo de mi vicio que no tienes derecho −me amenazo.
−No iba a decirlo.
−Aún tengo ganas de golpearte.
−No me defenderé si lo haces.
Me senté junto a él y hubo unos minutos de silencio.
−Es difícil odiarte, entiendo porque te ama.
−Después de lo que hice no se si seguirá siendo así.
−Jass necesita tiempo pero no hablo de ella, hablo de Pepe.
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Lento En El Pavimento (DCEM #2)
RomansaSi crees tener problemas en el amor entonces te recomiendo que vengas a leer la historia de esta pareja: Ethan y Jass se aman, él está dispuesto a hacer lo que sea para mantenerla a salvo, incluso dejarse llevar por el juego de Ian, pero la pregunta...