Narra Jass.
¿Cuántas son las probabilidades de se eche a perder un reloj, en el mismo mes en que lloras hasta dormirte, despiertas con las mismas pesadillas, que tus amigos te vigilan para que comas y que tu "novio" este fuera del mapa? Hipotéticamente hablando, claro, no es que me este pasando a mi.
Una patética excusa tras otra se me venía formando en la mente para evitar otra de esas intervenciones por parte de mis amigos.
Pago al taxista a medida que reacomodo mis lentes y ruedo los ojos bajo estos al notar su mirada de reojo, una parte de mi se siente tentada a levantar la mano para tocar mi frente y verificar si tengo la palabra "penosa" escrita ahí.
―Gracias ―murmuró al bajarme afuera de la calle "sweet fantasic".
―Que tenga un buen día señorita. ―Inclina su gorra a modo de despedida y acelera.
Al fin.
Tenía la sensación que se bajaría a seguirme a la entrada y cerciorarse de que no me iba a suicidar.
Hay muchas cosas que los lentes de sol pueden ocultar y la tristeza no es una de ellas.
Aprieto los archivos que lleve a casa, para adelantar trabajo, contra mi pecho y levanto mi cabeza, con paso firme y falsa determinación entró a mi consulta.
Estoy cerrando la puerta cuando suena mi teléfono.
―Dra. Jass Ryder.
―Hola, soy Rose.
―¿Rose? ¿Qué haces llamándome? Estamos en el mismo edificio.
―No, no lo estamos.
Me congeló en la entrada y jadeo de la sorpresa.
―P-p-p-pero esta abierto, si tu no fuiste...
―Calmate, no te asustes. Ocurrió una emergencia de último minuto, le pase mi copia de la consulta a una persona de confianza.
―¿Sabes que podría despedirte por ello? Nadie puede ser tan de confianza como para dejar que abra.
Pasos seguros y lentos hacen eco en el pasillo, detengo mi mente y me giro a mirar quien es, ¿qué persona es tan de fiar que ella le daría su llave? Rose no es de las que hace algo así.
―Creo que ese sería yo.
Mil mariposas, una sacudida de pies a cabeza, necesidad, añoranza, amor, deseo, incredulidad y sobre todo lágrimas, caen como una represa que acaba de romperse, no las controlo, ni siquiera las noto... Lo único que hago es mirar.
Silencio.
Rose repite mi nombre y se disculpa; cae mi cartera, mis papeles, mi celular se golpea tan fuerte que la llamada se corta.
―¿Acaso... Estoy soñando?
Mi voz me sorprende, sueno solemne, no de la misma manera en que me siento o probablemente me veo.
Tiemblo, no de frío, nervios, creo que olvidé usar mis extremidades, estoy tan cerca de él y no logro reaccionar lo suficiente para acercarme.
Toma mi mano entre las suyas y la lleva a sus labios, besa mis nudillos y la apoya en su mejilla.
―Soy real.
Las yemas de mis dedos recorren su cara, familiarizandoce con la aspereza de una barba que parece que apenas comenzó a crecerle.
Mi shock es tal por la impresión que aparto la mano y tomo impulso para golpearlo donde tenía hace poco la tenía, con fuerza.
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Lento En El Pavimento (DCEM #2)
RomanceSi crees tener problemas en el amor entonces te recomiendo que vengas a leer la historia de esta pareja: Ethan y Jass se aman, él está dispuesto a hacer lo que sea para mantenerla a salvo, incluso dejarse llevar por el juego de Ian, pero la pregunta...