Capítulo Dos

804 40 0
                                    

Narra Ethan.

De día me asfixio, el anhelo hace que me duela el cuerpo, me irrite con facilidad y la tome contra quien sea.

De noche me envuelvo en su tranquilidad, una pequeña calma viene a mi, luego la oscuridad y junto a ella mis demonios.

Tomó una hoja, un lápiz y me deshago.

"Te dedico este pensamiento a ti... Mi razón de ser.

Tu recuerdo es el que me tortura y consuela, pasa de manera simultánea y no puedo controlarlo.

Te odio y te amo al mismo tiempo.

Eso lo complicado todo, porque luego comienzo a odiarme a mi y cuando llego a ese extremo me cuesta volver a mi.

Quiero, no, lucho por mantenerme fiel a nuestra promesa, es lo que me queda, así que me aferro y con terquedad llevo el día a día.

¿Qué haces? ¿Estás bien? Dime que duermes por las noches, nena, que no te lamentas pensando que es tu culpa, no no no, no te atrevas a hacerlo ¡fui yo! Soy un enorme mar de problemas que te atrae y una vez que te envuelven mis olas ya no puedes huir.

Oh mi amor, lo lamento tanto, me desquicio de pesar y con rabia enfrentó mi entorno.

De verdad me resentí con el antiguo Ethan, el que fue tan tonto para creer que con solo desear que las dificultades se fueran lo harían... "

Arrugó la hoja y la lanzo lejos, me arrepiento, voy por ella y la aliso.

Tomó el lápiz de nuevo y me animo a seguir.

"Soy un hombre incompleto que no sabe como arreglar este lío y por medio de alagadoras frases trata de distraerte de la realidad.

No lo endulzare para ti, seré auténtico.

No se que hacer y me pillo con la guardia completamente baja pero no me voy a rendir."

―Mierda.

Quien fuera el idiota que creo las cartas, no ayudan y tampoco sirven de algo, miente.

De cualquier forma no se la iba a enviar, solo quería... Ja, claro que no, me estoy mintiendo.

―Imbécil, imbécil, imbécil.

Se con certeza que diría Jass si me viera ahora y me hundo en mi lugar al ver que tengo la respuesta frente a mi y no actuó en consecuencia.

De antemano puedo admitirme que las cartas son excusas, tengo miles de papeles arrugados, escondidos en mi cajón, que he ido acumulando desde que no reúno el valor suficiente para ir a verla y decirle que lo siento.

Puedo ir, tienen control sobre lo que hago, y aún así no tienen el interés por detenerme si voy a ella, ya saben donde esta y lo que hace, no es su objetivo ya que en este momento no es una amenaza para Ian y no requiere de especial atención.

Y aquí estoy, a mitad de la noche, con cobardía buscando palabras que no sirven, nadando al vacío y rindiéndome.

―¿Ethan?

Levanto la mirada y me encuentro con la preocupación en un par de ojos conocidos, esos que me han vigilado por miedo a verme cometer un error, lo que no saben es que solo con el estar ahí ya lo estoy arruinando.

―Estoy bien, ve a dormir.

―Pepe llamo hoy, quiere saber como estas, dice que no le hablas en la oficina.

―Eso no es de tu incumbencia.

―Jass no está enojada contigo, Ethan.

Trata de apaciguarme, en su lugar hace que mi cólera despierte y al levantarme tomo lo que esta en el escritorio para lanzarlo fuera de mi vista.

Lento En El Pavimento (DCEM #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora