Ese día el cielo se había abierto y dejaba pasar entre las nubes, cálidos rayos de sol. Algunos jóvenes se habían quitado las chaquetas y gorros de lana para captar la vitamina D sobre su piel lo máximo posible, y muchos se encontraban recostados en el césped en su hora de descanso o al término de la jornada, almorzando o jugando entre ellos. Todo eso admiraba Donghae desde la ventana de la biblioteca, arrimado sobre una mesa de una esquina donde no habían más personas. No habían tampoco, más murmullos en el lugar. Al parecer todos estaban disfrutando del día que les había hecho olvidar que se encontraban en pleno invierno.
Al día siguiente tendrían la primera sesión de ensayo para la obra hacia la tarde. Donghae tendría que arreglárselas para rendir bien en los ensayos, en el trabajo, en los estudios y no olvidar asistir a las citas con Siwon. En esos momentos se encontraba con el libreto sobre sus piernas memorizando sus líneas en silencio pero gesticulando de vez en cuando con sus manos o su cara al tiempo que sus ojos se sumergían en las páginas del texto.
Suspiró un momento. Esos últimos días le estaba costando trabajo concentrarse en sus quehaceres. Dirigió la vista hacia afuera otra vez y se quedó así largo rato, olvidando que debía estudiar, olvidando que debía trabajar, olvidando que tenía que ir a ver a Siwon esa tarde.... Un momento... ¿Qué hora era?
Donghae dirigió alarmado la vista hacia su reloj de muñeca y se dio cuenta de que faltaban veinte minutos para la cita con su psicólogo y él se había distraído. Tomó sus cosas como pudo y se echó a correr rumbo al aparcamiento, cogió su moto y aceleró. ¡Por Dios! ¡Mira que distraerse de esa manera!
Cuando llegó a la puerta de la consulta, golpeó rápido a la vez que miraba su reloj, solo tenía quince minutos de retraso. No era tanto ¿O sí?
_ ¡Ah!, Donghae-ssi, ya creí que no venías el día de hoy – le sonrió Siwon al tiempo que lo hacía pasar.
_ Lo lamento, se me pasó la hora, me distraje – decía mientras se adentraba en la consulta, gesticulando con sus manos y luego se volteaba a ver a su psicólogo que lo miraba con una sonrisa divertida – ¿qué?
_ Oh, nada – dijo él, pero se contradijo al ampliar la sonrisa – es solo que "se me pasó la hora" y "me distraje"... ¿Te había oído decir eso alguna vez?, bah, creo que no...
Donghae lo quedó mirando con un poco de horror mientras un leve tono rosáceo aparecía en sus mejillas. Se sentó en el silloncito de siempre pero sin saber qué responder.
_ No te alarmes, me alegra que te dejes llevar un poco por otras cosas, que no seas tan estructurado.
_ ...
_ Y dime, ¿Cómo te han ido estos días?
La conversación ese día básicamente transcurrió con la compañía de gestos y muecas de parte de Donghae que remarcaban la confusión que sentía en esos momentos debido a una serie de sensaciones producidas por cierto personaje. No encontraba palabras para decir correctamente lo que sentía. De partida no sabía ni que sentía. De alguna manera, cierto chico se las había ingeniado para hacerse un lugar en la vida de Donghae y él ya no se estaba resistiendo. Era cálido sentir la presencia de alguien a su lado sin la duda de si se marchará de su lado. Donghae, con lo insistente que había sido Hyukjae, estaba convencido de que se pegaría como chape a su vida.
Y aquello no le desagradaba del todo... pero... sentía un poco de temor. Temor de hacerse dependiente de alguien. Esa independencia que había alcanzado a la fuerza y que para él ahora era algo sagrado.
Cuando salió de la consulta de Siwon, estaba aún más confundido que antes. Con una ensalada de pensamientos en la cabeza que no sabía cómo organizar... pero en cierta forma, creía que el tiempo le daría algunas respuestas, así que por ahora prefería no pensar.
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I'm Walkin' To The Day
ФанфикLas heridas del pasado nunca han querido sanar en el corazón de Lee Donghae, quien termina encerrándose en su dolor y soledad para jamás volver a sentirse feliz. O eso es lo que él creía, antes de la aparición de cierto personaje que ha llegado para...