Delirio de estar contigo (YoonMin)

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La continuidad de las emociones que se han suscitado en mí a lo largo de estos meses, me indican la exactitud de lo que, años atrás en mi edad infantil y joven, antes me era imposible comprender.

Con el continuo crecimiento personal derivado de mis experiencias y la autorreflexión, o entendimiento propio, conseguido gracias a una rutina de terapias, han hecho que justo ahora en una etapa de adultez, me sea más sencillo reconocer.

Hace tiempo, de un modo más consciente, experimenté una apreciación casi primaveral hacia un antiguo amigo. Namjoon pudo darme la razón de ello: el enamoramiento. Sin embargo, tras el transcurso de periodos largos de la ausencia de Park Jimin en mi vida ¿es realmente posible el revivir una tierna apreciación hacia él como si nunca se hubiese ido? ¿No es comúnmente entendido que ante un supuesto desborde de frustración por amor sea beneficioso el alejamiento de lo querido para borrar toda cicatriz?

Aquellas indecisiones las di a conocer a mis amigos quienes me escucharon atentamente y, por supuesto, tal como yo, algo sorprendidos por la consistencia en mis emociones. Pero fue, como siempre, Kim Namjoon quien me alejaría del temor.

–Es sorprendente la lealtad tan sincera que le das a Jimin. No lo he vuelto a ver y también dejé de tener contacto con él desde que regresaste hace años. Aun así, no es extraño porque exactamente como nuestra amistad ha durado demasiado debido al aprecio que nos tenemos, para nada sería fuera de lo común el tener un mismo enamoramiento por alguien después de largos años.

–Exacto –tomó la palabra Hoseok–. Creo también que necesitas cerrar un ciclo con él porque, al parecer, no han aclarado cosas del pasado. Tal vez eso te ayude a empezar a liberarte completamente de las emociones que tienes; claro, en caso de que eso sea lo que quieras.

Jin rió.

–Hoseok, no creo que Yoongi quiera olvidarlo. Lo primero y única cosa que personas enamoradas como él quieren es que les correspondan. Yoongi quiere a Jimin queriéndolo de la misma manera que él. ¿O no?

Me sonrojé.

–Yo sólo quiero volver a platicar con él como en los viejos tiempos.

Todos los demás hicieron una expresión de ternura ante mi confesión.

Es agradable tenerlos juntos en un horario en el cual hemos podido coincidir. Los cuatro compartimos departamento y llevamos a cabo los gastos.

Primero nos mudamos Seokjin y yo al iniciar la universidad; después, cuando Nam y Hoseok ingresaron, se nos unieron. Entre las clases y nuestros trabajos, eran extrañas las veces en que estábamos relajados y juntos como ahora.

Los fines de semana algunos continúan trabajando mientras que otros visitan a sus familias; a pesar de que estamos en la misma ciudad. Al parecer es normal la necesidad e idea de independizarse por completo al entrar a la universidad.