Epílogo

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Si ha habido momentos de desdichas, he logrado sobrellevarlos gracias a la felicidad que me has otorgado. Pasa el tiempo y con él se desvanecen los malos momentos primigenios; pero, a la vez, en mi mente prevalece con más fuerza el recuerdo de nuestro corresponder.

Gozo de ti, de tus actos, de todo lo que te envuelve. Soy feliz cuando tú lo eres, me desgarra el corazón cuando no puedes mantener una sonrisa o cuando dejas salir tus lágrimas.

Me encanta la facilidad de mi felicidad cuando besas mis labios con ternura o cada vez que te acercas a mi frente y posas tus labios en dicho lugar. Me siento protegido, en paz como en los momentos que me abrazabas al ser niños. Descubro el extraño deleite que llegó en mi juventud cuando te observé en mi regreso, sólo que ahora podemos convocar al placer en la unión de nuestros cuerpos con mutuo consentimiento.

Sigues siendo como un lirio, tan hermoso cuando te poseo y susurras mi nombre. Pero cuando tus labios ya no van hacia los míos o en mi frente u ojos, sino que se deslizan por mi cuerpo, siento que fuiste alguien de severa confianza y a quien le profeso un gran amor como para dejar que me vieras por completo.

Soy muy reservado y tú logras que me desenvuelva más. Amo que tú y Nam hablen de nuevo. Amo que te juntes con mis amigos porque también eso demuestra que en ti encuentro una amistad sincera. No eres un gusto pasajero, has durado todo lo que llevo de vida.

El amor por sí mismo es incondicional, deseo tu bien, tu independencia y libertad, es por ello que sé que siempre te amaré correctamente. Ya no me sucumbo en los delirios de estar contigo porque lo estoy. Ahora sólo quiero permanecer a tu lado, Park Jiimin, mi querido lirio. Ahora eres parte de mi realidad. No es una ilusión, no es un delirio, porque estoy contigo y lo seguiré estando.

Adoro poder dirigirme a ti en el habla y también en el pensamiento. Lo sabes, no te parece raro ni te molesta porque sabes que aumentas mi seguridad. Inclusive me sorprendió el saber que tú solías hacer lo mismo.

–Cuando te fuiste. Ya no tenía con quién desahogar mis emociones, así que, por un tiempo, te hablé en pensamientos. Nam era con quien podía divertirme, pero tú eras con quien podía llorar. Ya no estabas en mi realidad, en mi vida –Me dijiste.

Y, sin embargo, en el presenta hacia el futuro nuestro, estaré siempre contigo. 

Delirio de estar contigo (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora