Heartless ; Tayler Holder [En Edición]

Chapter Six

6. STOP ALCOHOL

- No volveré a beber en lo que me queda de vida - dije cerrando la puerta de mi taquilla con fuerza, por lo que me arrepentí rápidamente porque el estruendoso sonido hizo que mi cabeza resonara - ¿Por qué Tony decidió que la fiesta fuera un domingo?

- Porque el sabía que los niñatos de un instituto no salen un domingo y por lo tanto nadie se colaría en la fiesta y descubría que una de sus bailarinas es menor de edad - Soltó Nick divertido y no pude evitar sonreír.

- Tiene sentido - contestó Addison llevándose las manos a la cabeza, habíamos bebido demasiado ayer.

- Sólo bailo, no es como si fuera algo malo ¿Quién me trajo a casa a noche? - pregunté y ellos se encogieron de hombros.

- Saliste y no volviste a entrar, pensábamos que te había llevado Tayler pero el nos dijo que se había ido a follar con una chica en el auto de Tony, supongo que pedirías un taxi- habló esta vez Dixie y yo asentí - De todas formas la fiesta fue increíble, cuando llegué a casa no sabéis la que me cayó.

- por dos - contestó Addison.

El timbre de la última clase sonó y cad uno se fue a sus respectivas clases. A mi me tocaba hora libre ya que la profesora de Historia no había venido, entonces el profesor Samuels de ética se acercó a mi y me pidió que fuera a su despacho. Me senté.

- Estoy realmente impresionado con sus puntos de vista, como maneja los temas buscando siempre razones sensatas y coherentes, pero hay cosas que se pueden rectificar señorita Jenner - me dijo este sentándose en su escritorio y colocando sus pies sobre la mesa - Y es que usted tiene miedo de enamorarse y de que le rompan el corazón ¿No es así?

- No creo que esto sea un tema adecuado para tratar con un profesor - intenté irme pero esto me detuvo y volví a sentarme a regañadientes.

- También soy el orientador y debo ayudar a las personas que creo que necesitan ayuda, y tú querida, eres una de ellas - me apuntó con su dedo índice y luego se cruzó de brazos - ¿Y bien?

- Vale, puede que no quiera enamorarme por temor a que me hagan daño - solté cansada mientras rodaba los ojos - Seré una de esas señoras súper majas con siete gatos y que le regalan golosinas a los niños delante de sus padres que estos no dejan que se coman y las tiran al salir para que no me sienta mal - será una buena vida.

- Vamos Faith - se levantó de su silla y apuntó a la ventana con un majestuoso gesto - ¡Ábrete al mundo! Sal, enamórate, desenamórate, sonríe, aprende y sé feliz, es una vida mucho mejor que la de señora mayor que da grima - exclama y no puedo evitar sonreír.

- ¿Arriesgarme a que me destrocen? No, gracias, la vida de señora me gusta mucho más, además ahora tengo amigos nuevos, son una pandilla muy divertida, bueno, excepto Tayler - comienzo a hablar sin darme cuenta de lo que digo y el profesor me escucha con atención - Ese imbécil es insoportable, nunca me llama por mi nombre, se ríe de mi todo el tiempo, la primera noche que quedé con mis amigos tuve que ayudar a que la policía no le encontrara - agarré una golosina del cuenco que tenía el profesor sobre la mesa y me la llevé a la boca.

- ¿Tayler es guapo? - preguntó este enarcando la ceja mientras se hacía el desinteresado.

- Sí, pero es un estúpido, juega con las chicas, se droga y... - un momento, ¿cómo sé que se droga? ¡Por que me lo dijo él anoche! Tayler me llevó a casa. Rápidamente recuerdo que sigo hablando con el profesor y mis cinco sentidos vuelven a mi - en fin, en una balanza están mucho más arriba sus problemas que su belleza ¡No sé porque esto es tan importante la verdad! - grité harta de tantas preguntas.