Chapter Eleven

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11. GAMES

Caminamos a lo largo de un pasillo al que habíamos accedido bajando en ascensor, lo cual no me inspiraba demasiada confianza dado que el botón que apretaron ponía "Prohibido el paso".

- Tayler, esto no me da buena espina - susurro en su oído aunque el no puede estar más tranquilo.

- ¿Quieres saber lo del prostíbulo? - pregunta totalmente sereno y asiento no muy convencida - Pues confía en mi, no va a pasarte nada, tonta - agrega para seguidamente posicionar su mano en mi cintura y pegarme a él.

Parece una estupidez pero ahora mismo me siento más segura con él agarrándome.

Llegamos a una habitación al final del pasillo, al abrirla los hombres nos dieron paso a nosotros primero. Dentro había un par de chicas un poco mayores que yo, hablaban y reían pero al notar nuestra precedente se levantaron y fueron a saludar a los hombres que venían detrás de nosotros.

- ¿Quién es este chico, terroncito? - preguntó una pelirroja en tono chillón.

- Él es Tayler y la señorita es... - le respondió el mayor y seguidamente me dió paso para presentarme.

- Sugar - le sonreí y este volvió a mirarme de arriba a abajo ¿Nunca vió a una chica o qué?

- No hemos venido a hablar, hemos venido a jugar, así que señores, ¿Comenzámos? - dice este sentándose en una de las sillas que hay al rededor de una mesa redonda.

Los hombres se sientan cada uno de forma que no pueda ver las cartas del otro. Tayler apunta con su mirada hacia su piernas y rápidamente entiendo lo que quiere decir, maldito imbécil, no soy tu perrito. Hago una sonrisa falsa y me siento en las piernas de Tayler mientras esté coloca una de sus manos en mi cintura. Me renuevo incómoda por la mala posición y entonces siento como Tyler también lo hace, mierda, es cierto que es hombre. Le dirijo una mirada y este levanta una ceja para preguntarme que estoy haciendo, yo me encojo en hombros en señal de perdón y volvemos al juego.

Uno de los dos hombres reparte las cartas y Tayler las recoge para mirarlas. Creo que son buenas, pero nunca jugué al póker así que no lo sé al cien por ciento. El juego comienza y Tayler no aparta su mirada de las cartas, en cambio los otros dos sí, no paran de mirarme y yo les sonrió como anteriormente me había explicado Tayler.

- Bueno chico, este es el final de la partida - dice el que hasta ahora no había hablado dejando sus cartas sobre la mesa.

- Estoy de acuerdo - Le dice Tayler dejando las suyas, por las caras de sus oponentes sé que ha ganado.

- ¿Doble o nada? - pregunta el otro hombre con la ceja enarcada.

- Me temo que no, la señorita y yo nos retiramos - dice este dejándoles completamente sorprendidos, como si esperaran que aceptara la oferta.

Me levanto del regazo de Tayler y el detrás para comenzar a caminar hacia la salida con el maletín que le habían otorgado al castaño. Cuando ya estamos lo suficientemente alejados decido hablar.

- Te dejaron ganar para que quisieras jugar la segunda y hacerte perder, por lo que les hubieras tenido que pagar el doble ¿verdad? - supuse apretando el botón del ascensor.

- Eres inteligente, bueno ahora toca tu parte del trato - dice este cuando subimos al ascensor - Fui al prostíbulo porque tengo una deuda con Ray, pero gracias a ti la pagaré, fierecilla - finaliza.

Heartless ; Tayler Holder [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora