Los Juegos del Hambre, La liberación del Sinsajo

Capítulo IV

Renacer, cual Ave Fénix, renacer de las cenizas

No hemos llorado más la muerte de Prim, a cambio hablo con mi mamá de su experiencia en el distrito 4, comenta que ha compartido mucho tiempo con el Arquitecto Stone, veo una chispa de alegría en sus ojos. De una u otra forma ella debe rehacer su vida.

Effie se marcha un par de días después, mi madre tarda más y se queda por una semana, lleva un poco de sus pertenencias y algunos objetos de Prim, me dejó la foto de papá, creo que ella también quiere aligerar cargas... La despedida es como; la despedida de una madre, que puedo decir, en la casa solo me puse mi cazadora y le di su maleta, al llegar a la estación esperamos 10 minutos a que se marche el tren, Haymitch nos acompaña.

-Adiós Katniss, come bien e intenta encontrarte hija si me necesitas sólo llámame.

-Claro, lo haré suerte con tus proyectos...

-Adiós señora esperamos verla pronto.

El tren anuncia el abordaje y nos damos un fuerte abrazo, unas lágrimas escapan de nuestros ojos

-Adiós te amo-, me dice ella,

-Yo también te amo mamá cuídate.

Siento una sensación de vacío que hace una semana había cesado un poco. Haymitch lo nota y me da un codazo

-Ya cambia la cara, no debe ser tan mala mi compañía cariño

-No Haymitch, no es mala, es pésima!

Cuando volvemos decido sentarme en el mullido sillón viendo por la ventana, le dije a Sae q volviera cuando la llamara, como las bayas que recogí ayer y me encierro en la sala... Pasan las horas lo sé porque el cielo se tiñe de anaranjado, el color favorito de Peeta; me quedo absorta en mis pensamientos.

La tarde va cayendo y a los tonos naranja de la época se hacen presentes, pongo mi vista en la entrada y veo a un chico alto, en buena forma y rubio, rubio, no puedo evitar gritar su nombre.

-PEETAA!

Corro al recibidor y cuando mis manos están en la puerta lo pienso un poco, y si me sigue odiando? Recuerdo el momento en el que me quiso estrangular en el distrito 13, tomo fuerza y decido encararlo -si me sigue detestando lo sabre de una vez!

Abro cautelosamente la puerta y ya no está por un instante pienso que mi mente me jugó una mala pasada... Vuelvo a tomar asiento y escucho sanjadas en la tierra de mi jardín

-Que rayos suena?-, al salir contemplo a Peeta sembrando en mi jardín, corro y el se pone en pie,

-Katniss!- su cara refleja sorpresa y una mezcla de sentimientos.

-Peeta, Peeta estás aquí! Lo abrazo y tarda un momento en corresponder, cuando lo hace vuelvo a sentir la protección, seguridad y alivio que me daban sus abrazos, -Peeta has vuelto

-Si Katniss aquí estoy- me acerca a su pecho y por un momento todo lo que he pasado estos dias parece

Al separarnos veo que tiene unos capullos de flor -Y.... Qué siembras?

-Son Prímulas, creí que sería una bonita forma de recordar a Prim.

Aún no puedo creer que no haya cambiado nada, como dijo Haymitch un día "nunca llegaré a merecerlo", me mira nuevamente con sus ojos azul profundo, nos miramos y yo involuntariamente lo contemplo, sigue igual de guapo. Él nota que lo estoy mirando

-Heeyy Katniss, disfrutando de las vistas eh?- esboza una sonrisa disfrutando de mi sonrojo

-Ni lo sueñes Mellark yo solo veía como estabas.

-Si claro, hay cosas que jamás cambian- Ríe un poco

-Bien, te veré pronto, me alegra que estés bien y, gracias por las Prímulas, yo, estaré en el bosque-

Necesito aclarar que fue esa mezcla de sentimientos que llegaron a mi tengo que pensar en mi refugio el bosque.