The Bad Girl & The Nerd [Ruggarol] (EN EDICIÓN)

||CAPÍTULO 17 REENCUENTRO||

Maratón 2/?

Me encuentro en el despacho del edificio de mí empresa en Buenos Aires, bostezo cómo todas las mañanas, el día anterior al aterrizar simplemente me fui al hotel a descansar, son las 8:00 am y tengo la reunión a las 11:00 am. Entra la rubia de ojos marrones, es bajita y de tez blanca, tiene pequeñas pecas, pero es linda, aunque sólo linda, es una hueca, va con un lindo vestido qué parece casi de los qué yo usaba en mí juventud aunque algo formal, no es más qué una rubia oxigenada.

– Señorita Sevilla, aquí tiene sus documentos para su reunión – se agacha levemente para dejar los documentos sobre el escritorio debido a sus tacones qué ni comprendo cómo pueden tener tal altura, al agacharse sus pechos casi de salen por lo qué aparto la mirada – disculpe – se aparta – prefiero trabajar con hombres –  bufa en susurro a los qué río.

– Deja las estupideces por hoy, ¿Si? No te despido por qué no me apetece buscarte un reemplazo para sólo una bendita semana qué pasaré aquí, así qué por favor, retírate – le ordeno con desagrado y la oigo bufar para salir del despacho, nada más qué sale yo río.

10 am

Me siento en el asiento trasero del coche y el chofer cierra la puerta para rodear el mismo y sentarse al piloto.

– ¿Quiere música? – pregunta amablemente comenzando a conducir.

– Por favor – hablo lanzándole una sonrisa a pesar de qué no la vea.

"Bohemian Rhapsody" de Queen suena, una lágrima desliza mí mejilla recordando aquella noche y la de veces qué oí esa canción debido a las llamadas.

– ¿Podría cambiar la emisora? – pregunto camuflando el hecho de qué mí voz está quebrada.

– Sin problema – cambia de emisora y suena cualquier canción a la cuál no le hecho cuenta por estar concentrada en mí teléfono.

Llego a un edificio y me bajo del coche, no sin antes darle las gracias al chofer.

Entro al edificio y me golpeo mentalmente por no haber leído el nombre de la empresa arriba del edificio, no he tenido tiempo de verlo y no tengo ni idea con quién me voy a reunir.

Me acerco al mostrador de la entrada en el cuál hay un chico de más o menos mí edad, bajo la mirada para ver su nombre "Jake Smith" y le sonrió.

– Hola, Jake, soy Karol Sevilla – el me mira y asiente, toca un botón y habla.

– La señorita Sevilla se encuentra aquí – Es todo lo qué dice, en menos de 1 minuto las puertas del ascensor se abren dejando ver un rostro muy conocido para mí, la rubia oji-azul aparece y nos abrazamos con fuerza a modo de reencuentro.

– Koala, pensé qué me habías olvidado – habla sin soltarme.

– Cómo olvidar a mí loca rubia preferida – sonrío ampliamente

– Podrías haber llamado – se separa levemente de mí para verme a los ojos.

– ¿Y dejar qué los locos de los Pasquearelli me encontraran? ¿Estás loca? – río.

– ¿Sabes con quién te vas a reunir? ¿O vas tan despistada cómo siempre – Yo río.

– No sé ni cómo se llama la empresa por qué me enteré ayer cuándo estaba a punto de dormirme sobre mí escritorio qué vendría, pero una pregunta, ¿Qué haces tú aquí? – pregunto riéndome.

– Trabajo aquí, soy la vicepresidenta de la empresa.

– Entonces mí empresa debe formar un logo y la imagen visual de vuestros productos, de eso trata nuestra sociedad, ¿Me equivoco? – ella asiente riendo.

– ¿Sólo hablarás de trabajo? – mira su reloj – tenemos 30 minutos para ponernos al día ven – me jala para llevarme al ascensor.

– Vine por trabajo, nunca pensé qué mí mejor amiga de la infancia fuera la vicepresidenta de la empresa, jamás lo hubiera imaginado, ¿Y Simón? – pregunto sonriendo, hecho mucho de menos a mí mejor amigo.

– Bien, nos casamos hace más o menos un año al terminar la Universidad – llega el ascensor a la planta correspondiente y entramos a su despacho – te diré algo qué te sorprenderá – nos sentamos en el sofá de allí y yo asiento – Kope y Bernasconi comenzaron a salir aquél verano, no sabes cómo hubiera deseado pasar contigo un verano de fiesta loca, las fiestas no eran lo mismo sin tí – se queja haciendo puchero a lo qué yo río.

– Hay cosas qué nunca cambiarán, cómo tú y tus infantilrías y el qué yo sea el alma de la fiesta, a pesar de qué ya no voy mucho, trato de mantener mí línea de 1 fiesta al mes – seguimos charlando hasta qué nos dirigimos a la sala de juntas y no me puedo creer quién se encuentra al frente de la mesa...