Una semana, una semana hace qué vivo con Rugge, extrañamente, no me ha dejado ir a ver a sus papás, de echo, me tiene "escondida" En la casa del lago.Me levanto de la cama, hace unos minutos qué desperté. Voy al baño y me ducho, tras media hora salgo y me coloco mí ropa interior y mí bata de seda.
Me dirijo a la cocina y le pido a la chef el desayuno, me siento en la mesa de ahí charlando con ella, tras un par de minutos aparece Rugge.
- Qué raro qué hayas despertado tan pronto - besa mí mejilla.
- Quería darte un beso antes de qué vayas a trabajar, de echo, quiero ir a trabajar - su cara parece pintada.
- ¿De qué hablas? - dice en un hilo de voz.
- Anoche, se mostraron mis recuerdos a modo de sueños, pero no consigo recordar la noche del 9 de Mayo - el sonríe.
- ¿El actorcucho o yo? - pregunta muy cerca de mí.
- Mmm...no sé...Noah es un gran chico, le quiero.
- Le quieres, también quieres a Mike y a Valen, a mí me amas - sonrío.
- Puede ser - paso las manos al rededor de su cuello, de un ágil movimiento, me ha alzado, se ha sentado y me ha sentado encima de él.
- ¿Sólo puede? - sonrío y dejo un beso en sus labios.
- Bien, ahora llamaré a Aurora, me mudare a Buenos Aires, pero debo ir a Sevilla ha hacer trámites - me trato de ir de la habitación dejándole con la palabra en la boca pero me retiene.
- La llamarás luego, Karol, ahora debes comer, sufres anorexia, ¿recuerdas?
- El trabajo es la única comida qué necesito.
- Puede ser, pero tú cuerpo necesita alimentos - sentencia, yo tan sólo bufo, sé qué no cambiará de opinión.
Como mí desayuno rápidamente, transcurren únicamente 5 minutos, en cuanto término, me levanto y llamó a Aurora, saliendo de la casa y subiendo a mí auto.
- ¿Alo? ¿Karol? - pregunta desconcertada a la vez qué arranca el auto.
- Hola amiga, he vuelto - sólo esas palabras son necesarias para escuchar los gritos femeninos qué hacen qué aparte el teléfono de mí oído.
- ¡Qué bien amor! - oigo exclamar a Noah emocionado justo cuando acaba de gritar.
- Noah, hablaremos luego, ahora sé bueno y devuelve el móvil a Aurora - él obedece bufando.
- Aquí estoy, Karol.
- En mí oficina, en 10 minutos - dicho esto, corto la llamada.
En este instante, abren mí puerta, el chofer me ayuda a bajar y me dirijo a la recepción.
- Hola, Sandra - sé sonrío a la recepcionista, esta me devuelve la sonrisa.
- Me alegra verle de nuevo, señorita Sevilla.
- Igualmente, Sandra - Sin más qué decir, me dirijo al ascensor.
Tras un par de minutos, me encuentro admirando la vista de Buenos Aires desde mí terraza, sonrío al ver el Alvear Tower, allí fue una de mis citas con Rugge, sabía qué era difícil, no me gustaba lo convencional, y el era una detallista, romántico y cursi, aquella cita, una romántica cena en la punta de aquél edificio fue hermosa.
FLASHBACK
- Rugge, estoy impaciente por ver de qué se trata - bufé cansada.
- Tranquila amor, acabamos de llegar - me sacó la venda, estábamos dentro de una cúpula de la forma del cabezal de un labial, pero sin techo, todo estaba decorado cómo una hermosa terraza enorme.
- ¿Dónde se supone qué estamos? - pregunté extrañada.
- En la punta del Alvear Tower - sonrió, yo lo miré sin entender, según las fotos, esto era una especie de almacén, y parecía de todo menos eso, además, según yo, era imposible lograr alquilar o, solo ir, allí.
- Estás loco, es imposible.
- ¿Quieres verlo? - yo lo miré sin entender, él abrió un portátil y aparecía una especie de vídeo en directo, se mostraba la altísima torre, subió un poco y mostró la parte superior, allí nos encontrábamos nosotros y todo aquél espléndido decorado.
- Wow Rugge, yo...no sé qué decir - era completamente cierto, no tenía la más mínima idea de qué decirle al chico de 18 años frente a mí.
- No digas nada, muñeca - dió una palmada y sé iluminó la parte contraria, sé veía una hermosa mesa con velas, y un enorme plato de espaguetis con salsa y albóndigas, junto a dos copas de vino.
- Mí amado italiano, es mí cliché - reí.
- Oh, ¿es cliché traer a una chica a la cima del edificio más alto de toda Bueno Aires? - preguntó sonriendo divertido.
- No, pero sí la cena a la luz de las velas y la comida - reí - pero me encanta - besé sus labios.
- Me alegro amor - tomó mí cintura y nos dirigimos a la mesa, retiró mí silla para qué me sentará y la volvió a meter, justo después se sentó frente a mí.
- Oh, qué caballero, pero no lo hagas más, creo saber sentarme - reímos, yo era así, siempre tan segura e independiente.
- Disculpe, Señorita Sevilla - y así pasamos una hermosa velada.
Fin del Flashback.
Me seco la lágrima qué corre insconscientemente por mí mejilla al oír a Aurora llamándome.
- Sé qué querrás hablar y blah, blah, blah, pero primero quiero qué me cuentes todo lo qué ha pasado en...el trabajo - me sorprendo al ver una gran carpeta sobre mí mesa mientras me estoy sentado.
-Y yo sé qué primero me pedirías trabajo, así qué ahí tienes - sonríe detrás de mí.
- Pero cómo te extraño - la abrazo, ella corresponde - por esto no quiero ascenderte - reímos mientras la suelto, ella rodea mí mesa y ambas nos sentamos en nuestros lugares, para qué la comience a escuchar.
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The Bad Girl & The Nerd [Ruggarol] (EN EDICIÓN)
FanfictionElla, una chica mala, con multiples problemas familiares, suspendia siempre todo y no se preocupaba por la escuela, solo le interesaban el alchol, el sexo, las fiestas y las drogas, se metia con los nerds El, un niño de papi, nerd, siempre sacaba to...