||CAPÍTULO 28 EL PRINCIPIO DE UNA VIDA||

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Mí mano impacta en la mejilla de Rugge con fuerza, acaba completamente roja.

- Esto por lo qué pasó - golpeo su otra mejilla - esto por no contarmelo antes - y beso sus labios - y esto otro por qué te perdono, aunque hay mucho qué hablar.

- Gracias, gracias, gracias, te amo - sonríe.

- Me has demostrado qué eres un gran hombre, Ruggero, pero necesito qué me cuentes con pelos y señales todo.

- Desde un principio supe qué nos conocíamos, concretamente, cuándo te fuiste la primera tarde qué pasamos juntos, miré un álbum de cuándo era niño, cuándo tenía 5 años, en verano, había muchas fotos con Valen y contigo, sabía qué habíamos sido "amigos" de niños Valen y yo, pero no a quién pertenecían aquellos hermosos ojos verdes qué me han seguido desde entonces, una de las fotos era de nosotros dándonos un pico, concretamente, tú me sostienes la camisa y me acercas a tus labios. Entonces, supe qué eras aquella niña y me pasé meses ocultándolo y preguntando a mí mamá por activa y pasiva, a tí te lo ocultaba por miedo a qué no lo recordaras o algo, y mí mamá solía evitar el tema. Una noche, iba a por un vaso de leche y vi el despacho de mí papá entreabierto y murmullos dentro, me acerqué y los oí hablando de tí, de nosotros, decían qué estábamos listos para casarnos, qué estábamos lo suficientemente unidos, entré con mucho enfado al despacho y les enfrenté por primera vez en mí vida, me lo contaron todo, a excepción de la mafia, yo tuve miedo de contarte y perderte, a pesar de eso, quise contarte, quise hacerlo pero no podía, había algo qué me lo impedía cada vez qué quería sacar el tema, siempre nos interrumpían o lo hacíamos nosotros mismos, hasta qué aquella noche fue inevitable - concluye Rugge, para este momento, estoy temblando y llorando, decido caminar al sofá para no caer.

- ¿Me estás diciendo qué sabías esto desde un principio? - pregunto en un hilo de voz, el niega rápidamente.

- Por dios, Karol, por supuesto qué no, ¿En serio crees qué aquél día qué te vi al regresar a casa y tú besaste mí mejilla yo sabía quien eras?

- Por supuesto qué no, no lo parecías - niego con la cabeza.

- ¿Te parece suficiente explicación? Yo no sé más pero podemos ir a casa de mis padres a preguntarles sí ellos tienen más información - yo niego con la cabeza.

- Pero sí sabías desde el segundo día qué nos conocimos - digo a la defensiva.

- Sólo eso, y no volvimos ha hablar hasta dos días después, cuándo te pedí ser mí novia - me convence.

- Me siento estúpida por no haberte querido escuchar hace 5 años, sí lo hubiera echo, quizás, de haberlo echo, todo habría sido diferente, habríamos podido, no sé, pero ahora debo pensar, Ruggero, disculpa - en sus ojos se refleja su tristeza.

- Oh, sí, no pasa nada - es todo lo qué debe decir, fija su mirada en el suelo y yo me encamino hacia la salida - por sí aún te gustan las motos, la tuya está dónde la viste por primera vez - sonríe a medias y mete sus manos en sus bolsillos, yo me acerco a él y beso su mejilla para ir al garaje.

Abro la puerta de la pequeña caja de la pared dónde se encuentran todas las llaves de los diferentes aparatos motóricos del gran garaje, allí se encuentran las llaves de la moto exactamente igual qué cuándo se las di a Rugge, con el hermoso llavero negro, sonrió al recordar el día en qué me lo regaló.

Agarro las llaves y subo a mí moto para comenzar a conducir sin casco, sintiendo el aire en mí cara.

(...)

Bajo de la moto y me saco el casco, Aurora me mira boquiabierta desde sí asiento, Valen gira su cabeza cómo el exorcista y me mira sonriente.

— Valen, gira tú cabeza, das miedo, Aura, cierra la boca, te entrarán moscas – río metiéndome con mis mejores amigas.

— ¿Nos piensas decir qué estamos haciendo aquí? – pregunta Valen cuándo me siento.

— Espero qué haya una buena razón para haber perdido mí cita en la peluquería para estar con...ella – mira despectivamente a Valen, ella bufa.

— Sé qué no os soportáis, pero es muy importante, he recordado la noche del 9 de mayo – ambas abren la boca notoriamente – oh, venga, cerrar esa maldita bocota.

— ¿Estás diciendo qué has recordado la noche qué rompiste con Rugge? – pregunta Valen con temor.

— ¿Eso quiere decir qué al fin volveremos a casa? – dice Aurora con una gran sonrisa.

(...)

— Déjale – dice rápidamente Aura – vamos a casa, vuelve con Noah, recupera tú vida.

— Vuelve con él, Karol, sé qué es un idiota, pero ese idiota lleva enamorado de ti 5 años, ni siquiera ha tenido relaciones sexuales en toda su existencia por qué quería qué su primera vez fuera con la persona qué ama, te ama, la cagó, pero te ama, no te tienes por qué casar con él, Karol, sólo dale una oportunidad – termina Valen.

—Ha sido más convincente – alzo los hombros mirando a Aurora, ella bufa.

— ¿Vendrás a la boda? – pregunta haciendo puchero.

— ¡El vestido! – exclamo preocupada, lo había olvidado.

— Tranquila, da tiempo, ahora vamos al médico debemos hablar con él.

(...)

Después de haber visitado al doctor de nuevo, estoy llegando a la cabaña del lago, aparco en el garaje y ahí está aún el auto de Rugge.

Entro y no hay rastro, subo las escaleras lentamente y entro a la habitación, no le dejo decir nada, únicamente, nos fundidos en un beso, el qué marca el principio de una vida.

The Bad Girl & The Nerd [Ruggarol] (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora