Faltaba un día para el baile y por todo el instituto había personas corriendo para decorar todo. La razón era que el director había decidido hacer el baile de fin de año junto al baile de graduación.
Había pasado más de una semana de lo sucedido en casa de Angus. Ninguno había vuelto a hablar del tema, tampoco habíamos vuelto a hablar con ellos. Sin embargo, no podía quitarme aquella escena de la cabeza, era doloroso, recordaba como Angus besaba con cariño a Paige; él de verdad sentía algo por ella.
A lo largo de aquella semana había experimentado muchos sentimientos. El primero, obviamente, había sido dolor; no podía evitar pensar en cuanto Eddie estaba sufriendo y, después de todo, tampoco podía ignorar mí dolor. Luego, por alguna extraña razón, sentí envidia porque cuando los veía en los pasillos del instituto, podía ver el amor que sentían el uno por el otro. Veía lo real que era.
Caminé por el pasillo esquivando a los alumnos que corrían por él.
Ví a Marcus esperándome en mí casillero, sonrió al verme. Él había sido un gran apoyo para mí la última semana. Sin duda valoraba mucho su compañía. Había estado allí con mis cambios de humor y llevándome helado para que ahogara mis penas.
-¿Cómo te encuentras? -me preguntó amablemente.
-Bien -sonreí de lado. Realmente no sabía si lo estaba. Había estado los últimos días cuestionando si me había enamorado de Angus o si solamente quería que me gustara. No me había permitido sentir nada por nadie por un buen tiempo, pero cuando llegó Angus creí que ya era momento de dejar al corazón volver a sentir. Y me había equivocado. Sin embargo, no me arrepentía, había sentido algo real por él, sin importar que él no correspondía aquellos sentimientos, tal vez eso era lo mejor.
-¡Casey! -escuché su voz del otro lado del pasillo, presioné fuertemente mis ojos.
Marcus miró por encima de su hombro y susurró:
-Aún podemos correr.
Dejé ir el aire que había estado conteniendo y sonreí.
-Voy a hablar con él -declaré.
-¿Estás segura?
-Nunca lo he estado más que ahora -él asintió lentamente. Aunque fuera difícil debía hacerlo, era una forma de dar por terminado el tema, de decirle adiós al dolor.
-No iré muy lejos, si me necesitas solo grita -sonreí abiertamente. Por esas razones Marcus era un gran amigo, él me apoyaba sin necesitar explicaciones.
-Gracias -murmuré antes de que se vaya. Giré encontrándome con Angus a unos metros de mi.
-Hola -susurró, sonreí de lado como respuesta-. Lo lamento -fue lo primero que dijo antes de tomarse una breve pausa, decidí que no iba a interrumpirlo-, ambos lo hacemos. Sabemos que los lastimamos a ambos mucho, y sé que tú... -cerró los ojos y negó-. ¿Sabes? Creí que podría llegar a sentir algo por ti, pero conocí mejor a Paige y me enamoré. Eres una chica increíble Casey, mereces alguien que se sienta afortunado de tenerte y que aunque tenga más opciones, él siempre te elija a ti.
-No la lastimes -dije mirando hacia otro lado, encontrándome con la mirada confundida de Eddie-, porque a pesar del daño que le han ocasionado a Eddie, ella se volvió muy importante para mi. Espero que sean felices —finalicé con una pequeña sonrisa. No fue un reproche, tampoco lo dije para que se sintiera mal. Solamente quería despedirme de la mejor manera, ninguno de los dos eran malas personas, se habían enamorado y amar, nunca había estado mal.
Giré hacia donde se encontraba Marcus con Eddie esperándome. Caminé hacia ellos sintiendo que me había sacado un peso de encima entendiendo que realmente necesitaba hablar con Angus. Para entender que tal vez lo mejor para todos era que todo aquello sucediera. A lo mejor Eddie en el futuro encontrará a alguien que tal y como dijo Angus lo elija a pesar de todo, a lo mejor yo también encontraría a esa persona.
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Cupido También Se Enamora
Teen Fiction-Vamos, Casey -rogaron los tres chicos detrás de mí. Negué por séptima vez consecutiva. Estaba llegando tarde a clase, no tenía tiempo para lidiar con esto. Realmente no iba a hacerlo, ellos literalmente me estaban pidiendo que haga de cupido, cla...