Cap. 14- Corazón.

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Sentí como la tristeza se apoderaba rápidamente de mí. Dirigí la mirada hacia Eddie, él estaba presionando sus labios pude ver como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, pero parpadeó rápidamente obligándolas a desaparecer.

Ellos no se habían percatado de nuestra presencia. Angus sostenía a Paige por la cintura pegandola a él, ella no mostraba oposición, de hecho, para nuestra sorpresa, ella rodeaba a Angus con sus brazos por encima de los hombros de él.

Se besaban lentamente, con cariño. Angus le acariciaba lentamente la mejilla. Una lágrima cayó por mí rostro.

Giré para mirar a Eddie, él presionó su mandíbula. Quería decirle que nos fuéramos, pero las palabras no salían de boca. Eddie no merecía esto.

-Larguemosnos de aquí, Eddie -la voz de Dexter era dura, estaba muy enojado. Al escuchar la voz de Dexter, Angus y Paige se separaron.

Paige al ver que éramos nosotros quienes habían presenciado la escena, bajó rápidamente la mirada.

-Eddie... -murmuró Angus, dando un paso hacia nosotros.

-¿Por qué? -susurró Eddie con la voz quebrada-. ¡¿Por qué?!

Tomé la mano de Eddie y la presioné llamando su atención.

-Vamos -supliqué.

-No, Casey -me miró, dejándome ver como una lágrima recorría su mejilla-. Necesito saber porqué -volvió a mirar a Angus.

-Me enamoré -murmuró él-. No quería hacerlo, intenté no sentir nada por ella -Paige lo miró de reojo-. Pero sabes como es, solo pasó. Comenzamos a hablar más, la conocí y me enamoré. Simplemente me enamoré.

-Y yo de él -confesó Paige, mirándome. Entonces entendí que esa era la razón por la que me había pedido que la perdonara. Presioné los labios sin saber cómo debía sentirme. Dirigió su mirada hacia Eddie-. De verdad llegué a quererte, muchísimo de hecho. Pero no planeamos que esto pasara, nosotros no controlamos lo que empezamos a sentir. Nunca quisimos lastimar... a nadie.

Eddie asintió lentamente, cerró con fuerza sus ojos y dijo:

-Vamos -sin soltar mí mano se dirigió hacia la puerta, lo seguí sin dudarlo, no deseaba quedarme allí por mucho tiempo más.

-Casey -escuché la voz de Angus a mis espaldas. Pero yo no estaba dispuesta a escucharlo, no en ese momento—. Lo siento.

Pero ya habíamos salido de aquel lugar.

***
Summer

Los cuatro nos encontrábamos en mí casa, afortunadamente mí madre y mí hermana no se encontraban allí.

Casey se encontraba sentada junto a Eddie en mí cama. Ella limpiaba con el dorso de su mano algunas lágrimas que caían por su mejilla, trataba de disimular, pero estaba claro que le dolía lo que había pasado; a todos nos había afectado. Él miraba a un punto fijo en la habitación, sin decir nada, ocultando sus sentimientos y pensamientos.

-Creí que... -dijo de pronto Casey- quizás, él podría ser la pieza que le falta a mi rompecabezas.

Fruncí el ceño un poco perdida, no entendía a lo que se refería. Pero Eddie pareció entenderlo, porque la miró y asintió lentamente.

Dexter entró a la habitación con un vaso de agua y se lo pasó a Casey. Ella lo aceptó y le agradeció con una pequeña sonrisa.

-Ella me daba alas-murmuró Eddie, lo suficientemente alto para que todos lo escuchemos-, mientras a mis espaldas él me encadenaba al suelo -Casey se apoyó en el hombro de Eddie.

Dexter me miró confundido, lo que me encogí de hombros.

-Creo que la tristeza los pone poéticos.

-¿Dónde te quedarás? -le preguntó Casey a Eddie alejándose de su hombro.

-Tal vez ya sea hora de volver a casa -respondió presionando sus labios.

Casey miró alarma a Dexter y yo también lo hice. Él me había contado la situación de Eddie y definitivamente no me gustaba la idea de que él volviera a ese lugar.

-Claro que no -dijo Dexter-. Vendrás a mí casa. Estoy muy seguro de que a mí abuela no le molestará.

Eddie le sonrió agradeciéndole. Casey suspiró aliviada.

-¿Vamos por algo de comer? -le propuse a Dexter, él asintió y salimos de la habitación-. ¿Crees que estarán bien? -le pregunté mientras caminaba hacia la cocina.

-Claro que si, ambos son muy fuertes.

Casey.

-¿Está mal que siga sintiendo cosas por Paige? -me preguntó Eddie dirigiendo la mirada hacia sus manos.

-No, claro que no. Mírame -le pedí colocando mí mano sobre las suyas, obligándolo a que dejara de jugar con ellas-. Está bien que sigas sintiendo algo por ella, porque si después de lo que pasó de repente dejaras de quererla... Eso significaría que nunca fue real, pero fue muy real, y eso hará que duela más. Pero no por eso debes arrepentirte por todo lo que pasó.

Sonrió y me abrazó sin previo aviso, sorprendiendome. Sin embargo, correspondí el abrazo, entendiendo que él realmente lo necesitaba.

Rompió en llanto en mis brazos, era la primera vez que lo veía llorar así. De hecho, era la primera vez que lo veía llorar. Sentí un hueco en el pecho. Eddie me había demostrado que era una persona muy fuerte; a pensar de todo lo que pasaba con su padre, a pesar de la ausencia de su madre, sabía que él siempre tendría una sonrisa radiante en su rostro.

Sabía cuanto quería a Angus, que más que un amigo era como un hermano, sabía que seguramente le dolía mucho más perderlo de lo que me podría imaginar.

Y también, sabía cuan enamorado estaba de Paige. Había sido testigo de como le brillaban los ojos cuando la veía o hablaba de ella. Pero también sabía lo que se sentía que te rompieran el corazón. Por lo que lo mejor que pude hacer fue abrazarlo con todas mis fuerzas, tratando de hacerle saber de esa forma que todo estaría bien, que siempre me tendría a su lado.

-Es la primera vez... -murmuró sin romper el abrazo-... La primera vez que me rompen el corazón.

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