¿Cómo olvidar a tu ex? ▪︎Collab w/ MarinetteDupainCh009▪︎

Capítulo 6: Ejercítate.

Estar sentado, revolcándote en tu tristeza no te ayudará a olvidarte de tu expareja. Trata de ejercitarte, ya sea en el gimnasio o al aire libre. Hacerlo te permitirá salir de la casa y rodearte de personas. También liberarás endorfinas y reducirás tu nivel de estrés, lo que te ayudará a dejar de pensar en él. También tiene la ventaja adicional de que te pone en forma para el siguiente chico que conozcas. Además, salir y disfrutar de la naturaleza puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva y a volver a poner tu mente en rumbo.

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Como la morena lo había prometido, estaba en la casa de su mejor amiga, y como había salido de su apartamento sin desayunar, el matrimonio Dupain-Cheng fue muy amable por agregar otra plato a la mesa.

Alya y Marinette después de haber desayunado, fueron al cuarto de la Franco-China porque la periodista tenía que hablarle sobre el otro paso de la revista.

— El siguiente paso es que debes ejercitarte… ¿Qué tal si salimos a correr un poco?— preguntó la periodista mientras leía la revista.

— Suena excelente, y así podré distraerme de todo esto que está pasando— dijo la azabache sentándose a su lado en el diván.

Alya sacó de su maleta una licra rosa junto con un top del mismo color, se lo extendió a su amiga y esta mostró confusión.

— ¿Hace cuánto no haces ejercicio?— cuestionó la periodista.

— Creo que… desde el primer año de universidad...— contestó la ojizarca jugueteando con sus manos.

— ¿Ves? Necesitas bajar tu nivel de estrés y para eso necesitas hacer ejercicio— dejó las prendas en el regazo de la euroasiática— Ahora ve a cambiarte porque saldremos a correr.

Marinette no tardó mucho en cambiarse, al salir de su casa, se dirigieron al parque que estaba cerca de la panadería. Acordaron dar unas cinco vueltas alrededor, para luego ir a otro lugar que por ahora era desconocida para la Franco-China.

— Ya… termi-termine...— respondió jadeante la azabache apoyando sus manos sobre sus muslos.

— Amiga, te falta una vuelta— mencionó la periodista haciendo un círculo con su dedo índice.

Marinette sin rechistar, se incorporó y dio la última vuelta que le faltaba. Cuando al fin llegó hasta la morena, está la sostuvo en sus brazos porque sabía que se desplomaría en cualquier momento.

— Ya no tienes buena condición física — murmuró la de lentes.

Con algo de dificultad, se dirigieron a una banca, la azabache al fin pudo descansar.

— No te pongas cómoda, aún falta mucho trabajo por hacer— dijo la morena.

La ojizarca no dijo nada, solo se tomó unos minutos para disfrutar de su descanso, antes de que su mejor amiga la arrastrara hacia otro lugar, que resultó ser un gimnasio.

Marinette no sabía que Alya entrenaba, estuvo tan sumergida en sus estudios que ya no sabía lo que pasaba en la vida de la mujer que consideraba su hermana.

Al entrar, la música invadió sus oídos, la morena la llevó hasta el mostrador donde se encontraron con su ex compañera de preparatoria de cabello rosa.

— ¡Alya! Hace un tiempo que no te veo.

— Alix, no nos vemos desde hace unos días, no tienes porque exagerar— respondió la de lentes.

— Hola Marinette, que gusto verte de nuevo— la azabache solo sonrió y saludó con la mano.

— Marinette necesita entrenar, necesito que le des una buena rutina— mencionó Alya pasando un brazo por los hombros de la Franco-China.