Capítulo 6

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Los días comenzaron a pasar, los chicos continuaron ayudándome para mejorar mis habilidades, y ahora Matt y Lilia me enseñaban las suyas.

- La alberca no es el mejor lugar para practicar, pero puede funcionar.

Matt había resultado ser un buen tipo, serio pero a la vez divertido, y también se tomaba muy enserio el papel de proteger a Lilia, casi nunca la dejaba sola. Hasta donde sabía, ellos habían permanecido mucho tiempo juntos, por lo que eso los volvía más apegados.

- Tengo una idea. ¿Qué tal si les hago una alberca en el aire? Así será más grande y podrán practicar mejor.

Lilia nos miraba con una sonrisa esperanzada. Ella al ser una naturasirem, podía controlar a la naturaleza, elementos como agua, tierra, fuego, aire, era fascinante.

- No podemos hacer eso Lilia, no aquí. Los vecinos pueden vernos.

Ella asintió lentamente.

- Lo siento, fue una idea muy tonta de mi parte. Estaré sentada por aquí.

Se sentó en el césped no muy lejos de la alberca.

- No estés triste, era una magnífica idea, lamentablemente no podemos arriesgarnos con tantos humanos cerca.

Estaba a su lado, ella era muy bonita y expresiva, por lo que podía ver la tristeza en ella.

- No te preocupes por mi. Voy a estar bien.

Una dulce sonrisa comenzó a aparecer en su rostro.

- Será mejor que te adentres al agua.

Le sonreí de vuelta.

- Eso haré.

Me encontraba en traje de baño, lista para entrar al agua, pero antes de pudiera levantarme de donde estaba, algo húmedo me jalo hasta la alberca. Intentaba salir de ahí en busca de aire, sin embargo, mi cuerpo reaccionó rápido y mis pequeñas branquias detrás de mis oídos de abrieron, salí unos segundos después.

- ¡¿Qué rayos fue eso?!

Lilia estaba riendo mientras sostenía su estómago.

- Hubieras visto tu cara. Fue tan gracioso.

Incluso su risa era melodiosa.

- ¿Tú lo hiciste?

Matt se encontraba en la orilla a punto de entrar también, él estaba intentando no reír.

- Digamos que sí y no. El agua lo hizo, pero yo hice que lo hiciera.

Rode los ojos y reí un poco, no podía estar molesta.

- Lilia, no deberías hacer cosas como esas, es la princesa.

Matt ahora estaba serio y mirando a Lilia un poco enfadado. Ella bajó la cabeza después de escucharlo.

- Lo siento, majestad.

- Oh, no se preocupen por eso. Yo en este momento soy su aprendiz, olvidémonos de que soy la princesa.

Ellos asintieron no muy conformes. Entonces ahora sí Matt entró a la alberca, su piel tomó un tono entre azulado y verduzco, pero solo en algunas zonas. En donde sus branquias estaban el color era más intenso y poco iba difuminandose, sus ojos miel se comenzaron a poner más brillantes, era tan increíble.

- ¡Cielos! Es como la piel de una sirena.

Tenía curiosidad por sentir su piel, simplemente era tan maravilloso.

- Algo así, pronto te verás de está forma también.

Asentí algo ida de sus palabras, todo se volvía tan irreal, algunas noches me preguntaba si no estaba soñando.

Secretos oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora