– Recuerda bien el mensaje que te he dado, Aitor.
Las alas eran parte de nosotros, una de nuestras extremidades vitales, como un segundo corazón. Al romperlas, también se rompía parte de la columna, y solo hacía falta un pequeño golpe en el corazón para morir, solo eso. Una vez que las alas se iban, era tu fin.
– Voy a darte tiempo para vayas con Hipólito ¿Cuanto necesitas? ¿Una hora?
Aitor se encontraba agonizando de dolor, su espalda sangraba. Tomé su otra ala, pero no la arranque, solo rompí cada hueso de ella, dejándola inservible, eso le daría unas dos horas para llegar a donde sea que estuviera Hipólito.
– Eres una...
Tomé su cabello entre mis dedos haciendo que levantara la cabeza y me viera a la cara.
– Observa bien este rostro, Aitor. No soy la misma que intentaste llevarte hace años. Te mofaste de ser un hijo de puta cuando mataste a Edward, pero ahora ¿quién es la hija de puta ah?
El recuerdo estaba fugaz en mi cabeza, podía ver su rostro y en sus manos sosteniendo un arco, estaba segura de que él lo había hecho.
– Estúpida escoria, Hipólito te matará.
– ¡Qué lo intente! ¡Ya veremos quién gana!
– ¡¿Está es su princesa?! Una mujer despiadada que asesina de esta forma.
– Oh, no te equivoques Aitor. Soy despiadada con las ratas como tú, a mi pueblo nunca lo dejaría morir. En cambio alguien como ustedes, oscuros despreciables, se merecen una muerte lenta y tortuosa.
Él río un poco, pero sabía que tenía razón.
Le di un asentimiento a Mark para que lo soltaran, Aitor cayó en sus rodillas y manos.
– ¡Vete antes de que se acabe tu tiempo!
Le di la espalda y entonces vi a Nayla, su cuerpo débil y agonizante, se estaba desangrando por dentro. Hice un chasquido con los dedos y las raíces se retiraron haciéndola caer al suelo.
– Ah, y llévate a tu amiga.
Pude escucharlo levantarse, por el rabillo del ojo lo vi llevarse el cuerpo de Nayla. Cuando por fin preste atención, había un par de personas afuera de sus casa, entre ellas estaba mi madre, Pam.
La vecina de enfrente me miraba horrorizada.
– ¿Qué vamos a hacer con ellos?
Susurro Ganix.
– No lo sé.
Por un momento toda la seguridad que tenía se esfumó, siendo remplazada por miedo, estaba rodeada de personas que me vieron crecer y ahora habían visto de lo que era capaz.
– Tú sabes que hacer, solo sigue tus instintos.
Mark sostuvo mi mano y le dio un apretón.
En realidad no sabía que hacer, estaba entrando en pánico, pero entonces recordé a Lilia hace unas semanas diciéndome que también podía manejar a la gente, ya lo había hecho una vez con Dylan, podía funcionar.
Seguía transformada, así que solo me concentré en mi tatuaje de sirena.
– Okay, escuchenme cada uno de estos humanos...
Esa no sonaba como mi voz, era más aguda y dulce, melosa, atrayente. Todos ellos ahora me miraban como hipnotizados.
–... pueden ir a sus casas y olvidar lo que han visto esta noche. Nada ha sucedido hoy, vuelvan y continúen con sus aburridas vidas.
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Secretos oscuros
Ciencia FicciónCuando sabes que no eres exactamente una persona normal, no puedes evitar no aceptar la propuesta de recibir respuestas, así sea dejando todo atrás. A veces es necesario hacer sacrificios, pero puede resultar en secretos que preferiría no saber, pue...